Si te pela el chingo te agarra el sin nariz
Escrito por José Rafael Castillo Gamardo   
Martes, 04 de Octubre de 2011 06:26

altA yer unos delincuentes armados entraron a la casa y la robaron, hoy unos funcionarios armados entraron a la empresa y la expropiaron. Total que si te pela el chingo te agarra el sin nariz. Tanto sudar para lograr tener una propiedad y perderla en un dos por tres a manos de delincuentes y funcionarios armados. Y la impotencia de no poder evitarlo.

Las instituciones deberían protegernos, pero no nos protegen. Al contrario utilizan su poder en contra nuestra, ¿qué pasa? Hay algo que no funciona bien con el poder de las instituciones. Pero este poder se deriva del poder del Estado. Hay algo que no funciona bien en el poder del Estado.

El poder actual del Estado, en la práctica, está concentrado en la presidencia de la República a través de dos mecanismos perversos: la reelección inmediata e indefinida, y el tener la potestad de designar, promover y ascender al alto mando militar (el máximo poder armado) sin ningún contrapeso institucional.

Así, dentro de la legalidad actual, se logra que todo el poder y el aparato armado del Estado responda a un solo y omnipotente jefe, creándose una cultura de complacencia y culto a una persona (¡el Estado soy yo...!). Esto lleva al irrespeto a la propiedad y, de hecho, sólo hay una propiedad respetable, la del comandante presidente.

En relación al poder del Estado, es bueno aprender de la historia. Vale la pena dar una mirada a cómo se manejó el poder en dos grandes revoluciones que han sido tomadas como modelo por analistas e historiadores de muy diversas tendencias políticas: la revolución francesa de 1789 y la revolución norteamericana de 1776.

La revolución francesa no representó un cambio en la concentración del poder. Éste pasó de un rey de facto (Luis) a un emperador de facto (Napoleón), siendo, en la práctica una traición al ideal de la revolución de libertad e igualdad.

La revolución norteamericana sí representó un cambio en la concentración del poder. El poder pasó de un rey de facto a un presidente electo (poder compartido con el congreso y con la corte suprema) y sin reelección indefinida.

Este modelo ha sido imitado por las naciones mas avanzadas del mundo Entonces, nuestra solución pasa por: no permitir la reelección del presidente (ni inmediata ni indefinida) y dar al poder legislativo la potestad de aprobar la promoción de los altos rangos militares. En dos platos, tal como era antes.

Todo el poder en una sola persona no garantiza el derecho a la propiedad. Y parafraseando a Hegel (el padre filosófico de Marx): "desterrado el derecho de propiedad qué queda de un estado sino el latrocinio".

Como diría Inés (sor Juana): Y quien es más de culpar/ aunque cualquiera mal haga / el que roba por la paga/o el que paga por robar.

TC


blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com