Demofobia
Escrito por Douglas C. Ramírez Vera   
Lunes, 24 de Octubre de 2016 00:00

altExiste la posibilidad de crecimiento económico sin democracia y sin instituciones. Pero sin democracia y sin instituciones… no hay desarrollo.

 

Fobos en griego significa miedo, es uno de los satélites que acompaña al planeta Marte en nuestro sistema solar. El otro acompañante del planeta es el satélite Deimos, en griego significa dolor. En la mitología griega ambos eran los hijos de Ares o Marte y son sus acompañantes en la guerra. Por lo tanto, resulta lógico que en toda guerra— real, imaginaria o económica—sean el dolor y el miedo sus resultados.

Demos proviene de otra palabra griega, que significa pueblo, multitud. En lo político se utiliza para expresar el gobierno de la multitud o de la democracia que se contrapone al gobierno de una minoría o de un tirano.

En psicología demofobia expresa la idea de un persistente e irracional miedo a las multitudes, también se utiliza las palabras oclofobia y enoclofobia para formular la misma idea. Pero en las ciencias políticas demofobia expresa la idea del miedo de las élites de gobierno al pueblo, a la consulta democrática.  Ese miedo surge del pensamiento aristocrático que cree que sólo algunos serían aptos para el ejercicio del gobierno. En la realidad, los gobiernos demofóbicos se resisten al sufragio universal, en defensa de su mundo político, ante el temor de perder privilegios. De aquí que derivan en gobiernos oligárquicos. Estos gobiernos oligárquicos y demofóbicos, pretenden disimular un actuar que realmente atiende el privilegio de unos pocos, con el uso intensivo de los medios de comunicación. Por ello buscan la hegemonía comunicacional e imponer el miedo, el desánimo y la desesperanza aprehendida.

En la historia han existido gobierno demofóbicos ejemplos existen en la misma Grecia Antigua, donde surge el concepto en el pensamiento político de Platón, en su texto de La República, cuando habla del gobierno de los filósofos. Uno de los casos más estudiados, en América latina, son los gobiernos demofóbicos de la primera República de Brasil[1], en el siglo XIX, y luego, en el siglo XX, la dictadura militar brasileña, que luego dio paso a los gobiernos denominados: democracia demofóbica[2].

La revolución americana —entre 1763 y 1789—, en los Estados Unidos, rompe con el paradigma demofóbico, surge en la modernidad el gobierno de las multitudes, el gobierno democrático, expresada en la constitución de 1776. Mucho antes que la revolución de las comunas parisinas ocurrida en 1871. Gobierno que a pesar de los tropiezos y de los Trump sigue vigente hasta la actualidad.

Un caso moderno de demofobia en el siglo XXI ha resultado Venezuela. Ya Venezuela se había convertido en un caso de estudio en los textos de economía: como el fracaso de un país que estuvo a punto de dar el salto al desarrollo y luego involucionó. Hoy Venezuela vuelve a los textos —no de la economía sino— de las ciencias políticas como un ejemplo de una democracia demofóbica del siglo 21.

Las últimas prácticas del gobierno del partido de los socios listos, en complicidad con el tribunal supremo de in-justicia prohíben la revisión y control ciudadano del ejecutivo a través de la Asamblea Nacional, órgano parlamentario legitimado por el pueblo. Los mismos actores violan la constitución, al no  presentar para su discusión y sanción el presupuesto de la nación, ante la Asamblea Nacional. La guinda de la torta de la semana pasada es la anulación del revocatorio por medio de tribunales penales, en complicidad con las rectoras del Chanchullo Nacional Electoral, que sanciona contra un derecho electoral (Oh my God!), negando un derecho humano y una salida democrática. Adicionalmente, el gobierno pretende pagar sus compromisos de deuda externa con bolívares (muy débiles) en base a una futura decisión de los tribunales del país.

Estas prácticas políticas se reflejarán en el fracaso de la sustitución de los bonos de PDVSA 2017 y en el default en puertas por la incapacidad de pago.

Los gobiernos demofóbicos maximizan la expresión orwelliana, “todos los animales son iguales, pero unos son más animales que otros”.

Notas

 

[1] Lynch, Christian Edward Cyril.2013.  “A multidão é louca, a multidão é mulher”: a demofobia oligárquico-federativa da Primeira República e o tema da mudança da capital. História, Ciências, Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v.20, n.4, out.-dez. p.1491-1514.


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