El futuro de los datos
Escrito por Esther Dyson   
Martes, 20 de Octubre de 2009 21:15

altEn una reciente conferencia de editores de periódicos en la que participé, se congregó una pequeña multitud para hablar sobre periodismo y nuevos medios. Cuando le comenté al grupo que había iniciado mi carrera como verificadora de datos en una revista, varios se emocionaron, como si alguien le hubiera contado a un grupo de curas que de niño había sido monaguillo. Traje a cuento mi pasado porque pienso que la verificación de datos es el mejor entrenamiento, no sólo para el periodismo, sino para la vida en general. Nos enseña a pensar con escepticismo. Es fácil creer algo cuando quien lo afirma es alguien que parece informado. Pero si uno tiene la responsabilidad de verificar los datos, escucha más cuidadosamente.

¿En qué fuentes basa sus datos la persona que habla? ¿Hay algo que lo beneficia, un precio accionario más alto, un honorario por publicidad o la gratitud de otra persona? ¿O simplemente es parcial por la gente que conoce, la compañía para la que trabaja o las actitudes que aprendió en su casa?

Yo pasaba horas analizando fuentes -principalmente papeles polvorientos en los años previos a Internet, o extraños por teléfono- para aclara cuestiones de hecho: ¿Era este realmente el primer producto de este tipo? ¿El señor Smith tenía 42 años o ya tenía 43? ¿Su afirmación de que las ganancias habían crecido en los últimos cinco años era verdad sencillamente por las adquisiciones que había hecho su empresa? Y así sucesivamente.
Mi vida estaba regida por la expresión 'tk' -que, en inglés, corresponde al término 'to kum' o "por venir", en la jerga de los periodistas-. Los verificadores de datos bromeaban sobre los periodistas perezosos que nos entregaban una copia por el estilo de "Juan Tigar, de 'tk' años, creció en 'tk' antes de estudiar en 'tk'. Ahora es 'tk' en Widgets Corp..." Nuestra tarea consistía en reemplazar cuanto 'tk' aparecía.

Pero aprendíamos muchísimo. Aprendíamos no sólo miles de datos que he olvidado desde entonces, sino una actitud de escepticismo, sumada a una reverencia por la verdad. 

Esa actitud contrasta con el escepticismo que alguna vez oí de una periodista rusa sobre sus primeros días en la profesión. "Cuando leíamos un artículo sobre los peligros de la manteca para la salud, salíamos inmediatamente a comprar toda la manteca que podíamos encontrar", me contó. "Sabíamos que eso significaba que iba a haber una escasez de manteca". En otras palabras, los rusos sólo buscaban la agenda, la motivación detrás de la aseveración. La verdad real era irrelevante.

Por supuesto, los inventos, la propaganda y la censura persisten en el periodismo, pero con una gran diferencia: hoy casi todos pueden desempeñarse como periodistas. ¿Cómo podemos asegurar que estos autodenominados periodistas respetan la verdad?
En Estados Unidos, la Comisión Federal de Comercio ha anunciado planes para exigir que los blogueros y los famosos que hacen publicidad declaren regalos o pagos de vendedores y otros, que buscan comentarios positivos de los blogueros en línea. ¿Pero, qué pasa con otros tipos de parcialidades?

A medida que el sacerdocio periodístico se va erosionando y todos pueden convertirse en periodistas o comentaristas ciudadanos, regular o capacitar a todos los posibles periodistas no es la solución. En línea con la cultura ascendente y de hágalo usted mismo, propia de Internet, donde la gente reserva sus propios vuelos, publica sus propias fotos y vende sus propias mercaderías de segunda mano, debería ser la responsabilidad del usuario hacer su propia verificación de los datos.

Esto no quiere decir que los periodistas no tengan que verificar sus propios datos (o que los curas no deban observar las afirmaciones de su propia religión). Pero sí que, al final de cuentas, todos tienen que convertirse en mejores lectores -más escépticos y más curiosos-. ¿Por qué este artículo está recibiendo tanta atención? ¿Este bloguero alguna vez dice algo negativo, o siempre está hablando de los grandes productos que utiliza? ¿Tiene algún tipo de publicidad en su 'blog'? ¿Por qué este político dice cosas agradables sobre ese otro político? ¿Para qué compañía trabaja el crítico de los productos?
Los gobiernos pueden imponer regulaciones, pero al final obtendremos el tipo de periodismo que pedimos. Si lo pedimos, los sitios web ofrecerán no sólo contenido, sino también sistemas de reputación, de manera que los colaboradores tendrán reputaciones como fuentes confiables (o no).

No deberíamos declarar ilegal el anonimato (que tiene sus usos), pero podemos solicitar detalles sobre la gente cuyos comentarios estamos leyendo. Alguien puede querer legítimamente permanecer en el anonimato, pero nosotros podemos sacar nuestras propias conclusiones sobre sus razones.

Tanto raciocinio puede parecer mucho trabajo, pero es lo que se le exige a un adulto responsable hoy en día. En comparación con un siglo atrás, cada vez más gente pasa menos tiempo tratando de asegurar su existencia física. Pero, en este mundo cada vez más confuso, necesitamos dedicarle un poco más de tiempo a asegurar nuestra propia integridad intelectual -una tarea que no podemos encomendar a gobiernos o incluso medios-. Los datos son sagrados, pero no se puede confiar en todos los medios, "nuevos" o viejos, que aseguran reportarlos.


(*): Presidente de EDventure Holdings, es una inversionista activa en una variedad de nuevos emprendimientos en todo el mundo. Sus intereses incluyen la tecnología de la información, el cuidado de la salud y la aviación privada y el turismo espacial.

Fuente: El Tiempo


blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com