La arrogancia: Altanería, soberbia o sentimiento de superioridad ante los demás, falsas pretensiones de superioridad moral que encienden rápidamente la ira en contra otros. La compasión es un sentimiento que el arrogante usa para manipular a la gente, con grosera propaganda, manipulación y miedo, para lograr los objetivos políticos contrarios a la democracia, a la libertad y a la soberanía nacional. Es la deshonestidad e hipocresía del que no tienen ninguna intención de cumplir.

El arrogante es la personificación de la ingratitud, a la hora de necesitar apoyos, ofrece esperanza, a la hora de cumplir, paga con desprecio; sólo sirven para manipular y alcanzar sus fines a cualquier precio y, para ello, nada mejor que la compasión, así compran conciencia, ultrajan, son irresponsables, inmorales, desvergonzados, desleales y mentirosos, se aprovecha al máximo de la ingenuidad y debilidad del prójimo. El arrogante se compara con el gallo y cree que su canto ordena al sol que alumbre al universo.

El arrogante es un ídolo con pies de barro, que cuando se ve caído apela a la compasión y lo que consigue es lástima, pero aún así, lastima. El oficialismo hoy en grave decadencia, sin fuerza inspiradora, se debate entre la compasión y la lástima, es una creencia no creída, maniqueamente, convierte la compasión y la lástima en cinismo, cuando el abuso mediático trata de engañar, una vez más, con la propaganda exaltadora de la personalidad en declive, lastimando el tejido social hasta lacerarlo.

La compasión está caracterizada por la adulación, que el hipócrita utiliza para dar a otras personas la impresión que él se preocupa de ellos, procurando una tolerancia masiva, entendimiento, solidaridad, un compromiso fuerte, una equidad social, pero como aquello no ocurre, el panorama es otro: falsedad, aprovechamiento, falta de progreso.

La manipulación y el abuso de los sentimientos y las pasiones los convierten en tormentoso, por tal razón la MUD y la alternativa democrática se han constituido en un tormento que no le deja dormir.Con la lástima, lastima y se lastima. No hay mejor negocio que pedir, pues no se necesita nada más que producir lástima y compasión. Dan lástima los "vencedores" que viven de la adulación del necio. Da lástima sentir lástima.

Cuando se lastima a un pueblo el daño es permanente y con un perdón no se olvida. La lástima y la compasión son sentimientos en que la derrota está presente a cada momento. Venezuela no quiere seguir "Vivir viviendo" ante la lástima y la compasión de no ver el futuro. "La compasión dificulta en gran medida la ley de la evolución." "El Anticristo" F. Nietzsche.

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EC/OyN