Voto, luego existo |
Escrito por Iván R. Méndez | X: @ivanxcaracas |
Martes, 07 de Febrero de 2012 07:01 |
Algunos miopes aseguran que votando apoyamos al Consejo Nacional Electoral (CNE), que apenas emana autonomía, sin entender que este acto es la vitrina para evidenciar que somos millones los venezolanos aferrados a la convicción de un país posible: democrático, institucionalizado, competitivo e inclusivo. Mientras el contendor de la democracia, hoy Presidente, se jacta de los militares que se arrodillan ante la chequera petrolera y el fácil ascenso (¡Generales Express!) o niega la tragedia de los miles de muertos sucedáneos de su promoción de la violencia, cultivada en un sistema judicial ineficiente y cómplice; los valientes candidatos opositores despliegan el mapa de la Venezuela recuperada de la pandemia corrupta, que ha consumido ingresos petroleros presentes y futuros. Las Elecciones Primarias del próximo domingo 12 de febrero son nuestro primer grito de batalla en el difícil camino a un victorioso 07 de octubre. Son momentos de una misma línea temporal: el futuro. En los últimos 13 años, Hugo Chávez y sus cómplices han detenido la marcha del país, metiendo reversa hacia la búsqueda de un pasado idílico, que dejó atrás a los siglos XXI y XX y nos posiciona como el país más retro de la región: la Venezuela del XIX, infectada de violencia fratricida (“revolucionarios certificados” versus los demás); enfermedades; corrupción, pobreza y amenaza constante a su soberanía (militares cubanos, rusos, iraníes o nicaragüenses en nuestro suelo). Hugo Chávez tiene un talento: acuñar eslóganes cargados de expectativas, que luego su mediocre gestión los ahueca hasta volverlos elementos coreográficos de una obra teatral llamada “Revolución”. Pero el público que aplaudió durante 13 años (¡un 32.5 por ciento del tiempo de la era puntofijista 1958-1998!), está decepcionado. Sólo los que ocupan los primeros puestos, cerquita del escenario, creen aún que podrían recibir alguno de los objetos de utilería utilizados por el presidente y los ministros en su representación. Un apartamento de cartón piedra, una cesta de frutos de plástico o un fajo de billetes de “monopolio”. Votar en Las Primarias es un primer paso para regresar a la realidad, para reafirmarnos como personas y no como engranajes de una pesadilla diseñada por una minoría opulenta y alucinada. ¡Es el tiempo del país, es nuestro tiempo! @ivanxcaracas Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla |
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