El Presidente quiere ser multicolor
Escrito por Víctor Hugo D´Paola   
Martes, 16 de Agosto de 2011 07:01

altPrimero despojó al Partido Comunista de su color tradicional en el país y en el mundo. El partido de Gustavo Machado y de Salvador de la Plaza, de Santos Yorme y de Olga Luzardo, perdía el color que lo identificaba, sin la menor protesta por parte de su secretario general vitalicio, el hombre de la chaqueta negra, incondicional de Chávez y de los virajes de su política. No soy de quienes se asustaban porque Chávez uniformó de rojo a su gente, sobre todo a los empleados públicos (recordemos al ministro Ramírez diciendo con cierta histeria: "PDVSA es roja rojita", después que Chávez y Rodríguez Araque habían expulsado a 23.000 jefes de familia). Al contrario, siempre los comparaba con el resto del país que seguía siendo abrumadoramente multicolor. Cuando las grandes marchas opositoras, las concentraciones rojas rojitas de la avenida Bolívar, tenían cada vez menos partidarios. A los empleados públicos del interior, carreteados bajo penas de despidos, dejar al orador hablando y ellos recorriendo parques y centros comerciales de la capital, ocultando la vergüenza del color impuesto de la camisa con una chaqueta o un sweater de otro color. Eran minoría ya, y ahora son menos.

Caminando por Los Próceres o por el parque del Este ("Rómulo Betancourt" se volverá a llamar) uno los ve con sus ropas rojas, son pocos, siempre la mayoría es multicolor. Lo mismo en el Metro, en El Silencio o en Sábana Grande: la mayoría, silenciosa o no, es de todos colores.

Mussolini uniformó a su gente de negro, Hitler lo hizo con camisas pardas, Franco los vistió de azul y Mao los vistió de gris. Los dictadores combinaban sus colores respectivos con uniformes militares. Nada le gusta más a un dictador que un uniforme militar. Troski fundó el ejército "rojo" para vencer a los contras en la guerra civil.

Algunos años más tarde. Un sicario enviado por Stalin lo asesinaba. Su sangre roja rojita quedó derramada allá en Cayoacán.

Él, Chávez, les impuso a los suyos el "socialismo", aunque la mayoría tenía muy vaga idea de lo que significaba; puro efecto propagandístico. Los obligó al lema "Socialismo o muerte" y hasta los militares lo coreaban. Ahora propone "viviremos", ocultando que el estalinismo y el fidelismo van intensamente unidos a la muerte. Les cambió el saludo tradicional venezolano (compañero, paisano, pana, amigo) por el de "camarada", una traducción del ruso tovarich. No deja de ser "camarada" una palabra hermosa, hecha sectaria y excluyente por los comunistas, siempre sectarios y excluyentes. Les contagió el odio que hoy sufrimos los venezolanos. Quienes no están conmigo son nuestros enemigos y hay que odiarlos y execrarlos. Y por supuesto fue él, quien los vistió de rojo para mostrar su fuerza cuando aún era ascendente, hoy menguante cuando nos aproximamos a trece años de desgobierno.

Ahora quiere ser multicolor; la verdad, los prefiero de rojo que los identifica, los muestra en la minoría que ya son.


blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com