El carro
Escrito por Natalia B. Sánchez   
Martes, 16 de Agosto de 2011 06:54

altNo es un Fairlane 500, ni un Caprice de los viejos, ni siquiera un Impala, carros estos de la Venezuela de los 70 y algo de los 80, donde creíamos que éramos otro país (supuestamente rico, porque eso parecíamos).

Era un Bentley. Nada más y nada menos, y si algo de vigente tiene Bourdieu y todo el que habla de la violencia simbólica, el carro que culturalmente significa "élite" y "distinción". La distinción cultural, que acompaña a los bienes materiales, es la forma de expresar que se pertenece a un grupo social ínfimo y exclusivo frente a todo un grupo enorme de gente que jamás pertenecería a ese "anillo" de exclusividad.

En muchas sociedades, este anillo es hereditario (la herencia familiar incluye los bienes materiales y la historia de la familia que se autodefine como diferente al resto de quienes incluso "hicieron dinero" y lograron acceder a los mismos lujos en forma más rápida).

En sociedades donde se dan transformaciones económicas brutales, se accede primero a lo material y se empieza a reenclasar la gente para no parecerse a lo que dejó, sino a donde se "llegó". De cualquier manera, venga lo material junto a lo cultural o primero que lo cultural la violencia simbólica existe cuando el individuo sabe que lo que tiene no lo tiene casi nadie.

La imagen del Presidente de un país, dentro de un carro de una carga simbólica como esta es alucinante. Esta sensación es más de "artista" y de "realeza" que de políticos en una sociedad donde los políticos ascendidos no son parte fundamental de la élite que se distingue por su "estatus".

Venezuela se caracterizó en la época esa de los Fairlane 500 por ser un país donde los políticos no pertenecían en su mayoría a la élite existente. Se fueron metiendo, lo cual es diferente. A estas alturas de nuestra historia que nuestro Presidente se comporte como un "magnate" (igualando la élite política a la económica) nos hace transitar un camino de retorno social; la simplificación de la sociedad petrolera al máximo, un individuo político es la élite en su Bentley saludando a un pueblo que le cuesta dimensionar el valor del carro ese, porque en lo que anda es "juntando medio para completar un bolívar".

Yo diría que un buen político en Venezuela, después de tanta agua corrida, debería saludar, pero desde un "Chevette" o al menos desde un carro "iraní".

LV


blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com