Vicky Dávila en el puente internacional Simón Bolívar |
Escrito por Alexander Cambero | X: @alexandercamber |
Martes, 20 de Mayo de 2025 00:00 |
Es un hecho muy significativo para dos naciones que viven la desgracia venezolana desde diferentes ángulos. Para el nacido en la vecina nación, llegar a Cúcuta es lograr poder recoger un salvavidas. Tener la posibilidad de estar en un territorio libre y desde ahí poder desplazarse hasta obtener un mejor estatus de vida. Una diferencia abismal con todo lo que ocurre en Venezuela, en donde la vida es una moneda al aire, la dictadura desatada hasta el punto de quebrarle las ilusiones a todos. Para Colombia es sentir como un país se desplaza para invadir cada espacio. Se multiplican los problemas en una especie de hacinamiento colectivo. Dos naciones padeciendo una crisis que no tiene precedentes. En los últimos años, se han exacerbado los inconvenientes. La desgracia venezolana tiene los tentáculos para hacerse en territorio neogranadino. Es una realidad tan cercana que ambos lados fronterizos lo padecen. Más allá de este drama, tenemos que observar el valor que esto tiene. En cada historia humana viene un corazón roto que deja a una familia entre lágrimas. En una valija vienen los sentimientos, dejando atrás las ilusiones de querer progresar en su tierra. El venezolano no estaba acostumbrado a emigrar. Una feroz dictadura lo obligó a tener que salir abruptamente en la búsqueda de mejores condiciones de vida. La visita de la aspirante presidente y sagaz colega periodista al puente Simón Bolívar es también un sitio de encuentro. Allí se topan dos naciones hermanas. Las mismas que se sientan en la misma mesa en miles de familias por donde circula la sangre de las dos naciones. Históricamente, han tenido una relación económica que hace muy fluida la circulación. Nadie conoce mejor la desgracia venezolana que aquellos que viven en la frontera. Perciben la desventura muy de cerca. Por ello, es necesario evitar a toda costa que en Colombia termine por instaurarse un totalitarismo absoluto. Tienen la elección presidencial del 2026 para impedirlo. Antes tendrán que unirse. |
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