El gobierno reelecto en el 2006 pensó que, cerrando en el 2007 a RCTV y aprovechando que sus adversarios contaban con sólo dos gobernaciones y no tenían diputados en la Asamblea Nacional, podía imponer su proyecto de reforma constitucional. Sin embargo, el pueblo se movilizó, votó y lo derrotó.

Producto de aquella derrota, el gobierno (para confundir) hizo algunos aguajes de demócrata: detuvo el currículum bolivariano y la ley sapo; además relanzó el PSUV para coaccionar. Su objetivo era pulverizar a sus adversarios en las elecciones regionales del 2008. Empero, como en 2007, el pueblo se movilizó y votó. Se ratificaron los triunfos en Zulia y Nueva Esparta y se alcanzaron victorias en otros tres estados, en las capitales de Bolívar, Zulia y Mérida y en el municipio Sucre del estado Miranda. La tendencia es clara: los que reclaman inclusión social y democracia crecen mientras que los identificados con el gobierno cada vez son menos.

En 2009, el desgaste de la democracia boliburguesa ya es notorio. Los resultados del referéndum aprobatorio de la reelección presidencial así lo demuestran. Pese a que el gobierno -luego de abusar y gastar sin medida- logra una victoria electoral, su votación apenas crece en relación con la obtenida en el referéndum revocatorio de 2004 y las regionales de 2008.

Las fuerzas democráticas, en cambio, aun sin favorecerles el resultado, crecen exponencialmente. Comparando el referéndum revocatorio de 2004 con el aprobatorio de la enmienda constitucional del 2009, el número de nuevos votantes del gobierno sólo creció en 509.853, en cambio los de las fuerzas democráticas suman 1.204.831. Es decir, de cada diez personas que no votaron en el 2004 y sí lo hacen en el 2009, 71 lo hicieron adversando al gobierno y 29 en favor del oficialismo. En el municipio Libertador de Caracas, las cifras son más contundentes: de cada 100 nuevos votantes en el 2009, 88 lo hicieron por la opción democrática y 22 por el gobierno.

Este año y en 2010, el reto es seguir creciendo y construir una democracia donde todos tenemos derecho a todos los derechos. Para lograrlo debemos: a) organizarnos: iniciativas como el frente nacional de educación y la mesa unitaria, entre otras, deben fortalecerse y articularse; b) movilizarnos: debe continuarse las movilizaciones a los poderes públicos, exigiendo democracia, reapertura de los medios de comunicación cerrados, cese a las amenaza de cierre de más de 200 emisoras radiales y protestando contra leyes autoritarias como la LOE o la LOPE. Las acciones creativas de denuncia deben multiplicarse en todas las zonas populares y el interior del país; c) solidarizarnos con las luchas de los gremios y sindicatos; d) obtener nuevos triunfos electorales: exigir fechas y mejores condiciones para las elecciones en las que se elegirán los miembros de los concejos municipales, las juntas parroquiales y, por supuesto, la Asamblea Nacional. Luego votar y ganar.

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