La noche de los platos rotos
Escrito por José Rafael Revenga | @revengajr   
Lunes, 01 de Agosto de 2011 01:30

altEl jueves 21.07.11 una algarabía estruendosa resonaba en todos los restaurantes y sitios de festejo en Grecia. Platos, tazas, vasos y flores eran lanzados al suelo a fin de que su destrucción

ahuyentara a los "espíritus malos".

En esta ocasión, se trataba de neutralizar a los acreedores quienes pretendían hacer efectivo el cobro de una deuda soberana por unos 340 mil millones de euros equivalente a $490 mil millones. En términos técnicos, una suma equivalente al 170% del PIB -casi dos veces el total de su actividad económica anual- del país cuna de la civilización occidental.

Esa tarde los 17 jefes de estado de los miembros de la Eurozona reunidos de emergencia en Bruselas acordaban un nuevo segundo paquete crediticio a favor de la nación helénica. A pesar de las apariencias, el disimulo se dejó transparentar. Se trataba en realidad del rescate del euro amenazado por su disolución como moneda común.

 EL PRIMER PAQUETE DE RESCATE

La fiesta de los platos rotos se había desatado a fines de mayo del 2010 cuando los miembros de la Eurozona y el FMI acordaron un primer plan de rescate (P1) mediante el cual facilitaron nuevos recursos crediticios por 110 mil millones de euros. ¿Cuál era la contraparte? Grecia debía adoptar un plan de austeridad que incluía la meta de reducir su déficit fiscal anual de un 13% en por lo menos seis  puntos a un año plazo.

Para cumplir con dicha meta el gobierno del primer ministro George Papandreou se vería obligado a recortar el gasto público, reducir las pensiones, cobrar los impuestos actuales, vender los activos del gobierno en numerosas empresas y ponerle un freno a la evasión impositiva. Una tarea que dado el sistema político griego y su dispendiosa versión del "estado de bienestar" superaba la fuerza de un Heracles  -hijo de Zeus- actual.

De inmediato, los jóvenes desempleados y aquellos quienes no entienden por qué les toca a ellos abandonar las prebendas de la "sociedad providencial de la cuna a la tumba", acompañados por los sindicatos que se oponen a la eliminación de beneficios consagrados, se volcaron a las calles y decretaron huelgas en varias ciudades para protestar violentamente por las medidas impuestas por las naciones y entidades multinacionales acreedoras.

Paradójicamente, las protestas facilitaron la estrategia gubernamental de no ceder a las imposiciones que amenazaban a los griegos quienes tendrían que pagar sus platos rotos. Una acción anatema para quienes es sagrado bailar el grigoro hasapiko mientras acaban con todo que se encuentre sobre las mesas al alcance de las manos  para estrellarlo contra el suelo.

EL SEGUNDO PAQUETE DE RESCATE

Después del festín de un año, se acerca el día de la última entrega de los fondos del paquete de rescate de la deuda soberana griega prevista para el próximo septiembre. En verdad, el gobierno había implementado de mala gana y con menor eficacia las condiciones impuestas. Además, era claro que se vería obligado a entrar en el incumplimiento de sus pagos con vencimiento predeterminado.

Todos los actores, incluyendo los diversos acreedores -la Unión Económica Europea, el FMI  la banca privada y el gobierno griego con su deuda -,  han actuado intencionalmente dentro de una neblina tóxica que no desean despejar. Nadie menciona ni agradece que le recuerden que hace poco más de un año ellos concedieron a Grecia un primer paquete (P!) de rescate de su deuda soberana por 110 mil millones de euros los cuales han venido desembolsando a lo largo de estos meses. Ahora, aún antes de la última entrega de ese mega-monto, se han visto obligados a aprobar un segundo paquete (P2) por otros 109 mil millones de euros y adicionalmente, otros 50 mil millones de euros para recapitalizar a los bancos europeos.

 ITALIA CASI  NAUFRAGA

La víspera de la cumbre del 21.07.11 mostraba el siguiente cuadro aterrador: Italia con casi 2 billones de euros en deuda soberana equivalente al 120% de su PIB. De esta deuda total, 262 mil millones de euros son acreencias en manos de bancos privados europeos. La nación ítala veía como el rendimiento obligado por los mercados financieros se alejaban cada día más de la referencia establecida en relación al "yield" del papel alemán equivalente. Éste se situaba en 2,76% mientras el italiano ascendía a 5,6%. España presentaba una situación similar al alcanzar el rendimiento de su deuda soberana la cota del 6%.

ESPAÑA SE TAMBALEA

El caso español presenta un perfil diferente quizás menos apremiante que el italiano pero lleno de consecuencias políticas tales como el muy probable cambio de gobierno en unas elecciones que el PSOE se ha visto obligado a anticipar para noviembre de este año a fin de aminorar su pérdida de apoyo popular al acometer la primera etapa de un régimen fiscal de austeridad. Su déficit presupuestario del 11,1% en el 2009 ha bajado a 9,2% en el 2010 y para el 2011 la meta es un frenazo para descender al 6%. Si bien su déficit fiscal es de solo el 64% del PIB, su economía se caracteriza por una baja competitividad y por una tasa de desempleo tan elevada que uno de cada dos jóvenes en edad de trabajo se encuentra crónicamente desempleado.

EL SALVAMENTO

Después de un conciliábulo de ocho horas de duración, los mandatarios de la Eurozona acordaron lo previsible y decidieron pagar ellos los platos rotos de los griegos. Salomón hubiera envidiado tan sabio acierto. La debacle del euro se había convertido en una crónica anticipada cuando España e Italia empezaron a sufrir los embates de sus acreedores y las agencias calificadoras de riesgo echaron en el cesto de la basura a los papeles de Irlanda, Portugal y Grecia.

Alemania y Francia se pusieron de acuerdo en cuanto a qué trato darle a los inversionistas privados tenedores de los bonos griegos los cuales se verían obligados a asumir parte de las pérdidas o "cortes de pelo". El viaje a la barbería les cuesta 5 mil millones de euros lo cual representa la quinta parte del valor nominal de los bonos griegos en sus carteras. Es el resultado de una propuesta de  la canciller alemana Angela Merkel quien puso el punto en la agenda como condición sine qua non y quien exigía que el castigo asumido por los bancos fuera del 50%. El acuerdo definitivo se logra al aceptar los bancos proveer unos 50 mil millones de euros en nuevos créditos.

 EL MONTO DE LA FACTURA POR LOS PLATOS ROTOS

Se aprobó un nuevo y segundo paquete de rescate a beneficio de Grecia por un monto de 109 mil millones de euros equivalente a $145 mil millones. En la práctica es casi la misma suma aprobada hace un año y cuyo desembolso total había sido autorizado a pesar de que el gobierno griego no había cumplido  la meta de reducción de sus gastos los cuales en el mejor de los casos llegará a 9,5% en vez  del 7,4% estipulado.

El plan recién aprobado reduce de 4,5% a 3,5% la tasa de interés que Grecia, Irlanda y Portugal deben aplicar al pago de sus deudas estipuladas por los fondos de rescate. En otras palabras, como esos países no están en capacidad de pagar el dinero previamente prestado, los acreedores proceden a fijar una menor tasa de interés y extienden el plazo de vencimiento de 7,5 años hasta 30 años. Así cualquiera se pone a bailar el "sirtaki" y a quebrar más platos.

LA AMENAZA POSPUESTA

El naufragio de la Eurozona era inminente a mediados de julio. El presidente de la Unión Europea, lo reconoció a la salida de la cumbre del 21.07:

“La amenaza tenía que ser contenida. De no serlo, la situación hubiera podido resultar en una grave erosión de la confianza en nuestra moneda común y aún más, hubiera podido hacer peligrar la recuperación económica de Europa y mismo del mundo”.

A s vez, el primer ministro griego afirmó:

“Esto es un éxito europeo, un paquete de rescate europeo”.

En verdad, los bancos europeos tienen más de 98 mil millones de papeles griegos. Por ejemplo, el BNP Paribas mantiene unos 4,5 mil millones de euros en bonos griegos y el Commerzbank de Alemania se anota con unos 3 mil millones de euros. Por consiguiente, al implementar el acuerdo deberán registrar negativamente en su balance unos 900 millones y 700 millones de euros respectivamente. Ciertamente las cantidades no son motivo de alegría pero los bancos podrán sobrevivir al "corte de pelo" impuesto.

Para no pecar de usureros, -en la práctica para salvar a los bancos franceses y alemanes que juntos acumulan más de 200 mil millones de euros en papeles griegos casi inservibles como colateral-  los jefes de la Eurozona aprobaron adicionalmente una recapitalización de los bancos griegos -en la bancarrota dada su alta tenencia de papeles griegos sin valor- por un monto de 20 mil millones de euros.

El año pasado la Unión Monetaria Europea  olvidó  que el equilibrio fiscal era imposible de lograr en una economía como la griega la cual decreció 4% en el 2010 tal como lo hizo en el 2009 y como lo hará  previsiblemente en el 2011. Para complementar el nuevo acuerdo las autoridades europeas han diseñado un "plan Marshall" de inversiones en el sector público para revivir la  economía de los platos rotos.

UN INCUMPLIMIENTO “SELECTIVO”

En verdad, se ha evitado el incumplimiento formal mediante un llamado "incumplimiento voluntario". Las principales calificadoras no van a ceder al canto de sirenas ni los mercados se dejarán engañar. La crisis se ha evitado en el tiempo pero se ha magnificado su dimensión: para cancelar deuda existente asume más deuda.

Los detalles del acuerdo son innumerables. Nada garantiza que su aplicación funcione dentro de los lapsos requeridos. Las empresas calificadoras seguramente están a días de rebajar aún más el rango de los papeles griegos. Los inversionistas tenedores actuales de los bonos griegos enfrentarán múltiples interrogantes. Es dudoso que los 37 mil millones de euros por concepto del sacrificio "voluntario" durante los próximos 3 años por parte de los inversionistas privados se haga real en su totalidad. En total los bancos contribuirán 54 mil millones de euros -durante tres años- al nuevo paquete con lo cual éste en realidad alcanza los 160 mil millones de euros.

La venta de activos estatales por un monto de 50 mil millones de euros de aquí al 2015 encontrará todo tipo de problemas. Los chinos parecen ser los únicos en interesarse pero lo harán solicitando grandes descuentos. Todavía no se tiene un programa para dinamizar la economía y reversar su contracción durante los últimos tres años.

La repotenciación de la Facilidad Europea para la Estabilidad Financiera ayudará a la recapitalización de los bancos de la Eurozona actuales acreedores llenos de papel basura emitido por Grecia. También se le han añadido facultades para evitar que países como España e Italia sigan el curso de Portugal, Irlanda y Grecia. En verdad, el acuerdo ayuda a Grecia a no caer en la fosa pero su finalidad primaria es la de servir de vacuna para que otros países no sufran los efectos del contagio. Como contrapartida, los mercados se preguntan si la capacidad de la Facilidad, actualmente unos 300 mil millones de euros disponibles, será suficiente para auxiliar a una economía como la italiana si ésta entra en un "spin".

UN TERCER PAQUETE SERÁ NECESARIO

Me atrevo a argumentar que el resultado real que persigue el acuerdo es el aislamiento de Grecia para que no contamine a otras naciones de la Eurozona. Con el nuevo acuerdo la deuda soberana griega será todavía superior a 140% del PIB lo cual es fiscalmente insostenible.

Grecia está fondeada hasta mediados del 2014 pero difícilmente escapará la etiqueta de un "incumplimiento selectivo". Para ese entonces, los expertos en finanzas estiman que la deuda soberana total se verá reducida marginalmente y seguirá representando más del 130% de su PIB.

Grecia estará sometida a exigentes evaluaciones trimestrales  por parte de las misiones del FMI y de la Unión Europea para contar con los desembolsos acordados. El control sobre la evasión impositiva es un tema central de dichos exámenes pues se estima que unos 900.000 griegos adeudan un total de 41 mil millones de euros. No será fácil cobrar lo adeudado.

El 25.07 la calificadora Moody´s redujo el rango -"rating"- de los bonos soberanos griegos en tres peldaños al pasar de Caa1 a Ca al argumentar que los inversionistas privados con bonos griegos sufrirán "pérdidas económicas significativas". Además, explica que todavía se desconoce el valor de mercado de los nuevos papeles que suplantarán a los existentes. En otras palabras, las pérdidas de los bancos europeos pueden ser mayores a las que aparentan en un primer momento. Para colmo de males, estima que la probabilidad de un impago es casi de un 100%. En verdad, lo que se ha evitado con el acuerdo es un incumplimiento desordenado por parte de Grecia pero el país no podrá evadir la calificación de insolvente a corto plazo. Solo le faltan dos peldaños para caer en el sótano.

Dos días después, la calificadora Standard & Poor´s  dio a conocer que también perforaba la credibilidad del P2 al degradar la valoración de las notas al considerar que los inversionistas acreedores incurrirán en pérdidas. Cuando se inicie en septiembre la reestructuración del default selectivo de los papeles por vencer por otros a más largo plazo y menor tasa de interés, no será motivo de sorpresa que la deuda griega descienda el último peldaño para así caer en la insolvencia definitiva y verse obligada a abandonar la Eurozona.

Todo se apresta para que en mayo del 2012 las autoridades monetarias de la Eurozona tengan que diseñar un tercer paquete de rescate (P3).

La posición de Italia  y España lejos de mejorar se empeoró a los pocos días del acuerdo lo cual es una señal premonitoria. La diferencia en el rendimiento de los bonos de la deuda de Italia y España en comparación con el rendimiento de los papeles alemanes es el termómetro con el cual se mide la solidez crediticia del país emisor de la deuda. El margen de los bonos españoles en comparación con el rendimiento de su contrapartida alemana se incrementó de 2,8 a 3,3 puntos. El italiano se encareció al pasar de 2,4 a 3,1.

Mientras tanto, la fiesta de los platos rotos continúa, día y noche.

Nouriel Roubini, uno de los más destacados economistas de la actualidad, opina en un artículo titulado "The Eurozone last stand" del 17.07.11:

"La crisis de la Eurozona está a punto de alcanzar el climax. Grecia ya es insolvente".

A base de tanto plato roto, los griegos terminaron con quebrar también a Grecia pero es Europa quien cancela la   factura del soberano  festín.



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