“El opio de la mente”
Escrito por Ricardo Ciliberto Bustillos   
Lunes, 08 de Septiembre de 2025 00:51

altPido prestada para este título la frase acuñada por el distinguido profesor Giovanni Sartori.

En estos tiempos tan convulsionados, nada más concluyente para denominar y calificar a todo ese conjunto de propuestas políticas, económicas y sociales – dizque reivindicativas, cerradas y sin pisar los terrenos de algunas ancestrales religiones - que no permiten críticas, objeciones y mucho menos revisiones. 

Karl Marx sostenía una serie de reparos en relación a las ideologías. Sobre todo, cuando afirmaba que constituían inos simples planteamientos para justificar y “tapar” las desigualdades producidas por las clases dominantes y por el propio capitalismo. (ojo: siglo XIX). No obstante, muchos de sus seguidores ampliaron estos conceptos, llevándolos, por consiguiente, al campo político, económico y social para explicar y defender sus postulados, proyectos y acciones que, por lo general, terminaron en innegables disparates, persecuciones, dictaduras (muy lejos de las que hablaba Marx) grandes hambrunas y asombrosas miserias. 

El ideologismo, como lo refiere Sartori, pretende “habituar a la gente a no pensar”. Sobre todo, a los que detentan el poder. Cegados y sesgados por unos cuantos axiomas, que de por sí se convierten en unos incoloros slogans, pretenden que todo un pueblo los acompañe y apoye sin chistar. Para ello, tampoco hacen falta instituciones y leyes. Lo determinante es mantener el gobierno. 

América Latina ha sido un territorio fácil para estos “ideológicos” de nuevo cuño. Sus causas, amplias y profundas, han sido objeto de importantes análisis y estudios. A todo evento, sus revoluciones, sin excepción alguna, han generado atraso, pobreza, autocracias, errados modelos económicos y, por supuesto, idolatrías o veneraciones personales que, como lo explica su mismo nombre, carecen de toda sensatez y seriedad. 

Cabe destacar que aquello que se denomina “ideología” siempre se ha vinculado e identificado con personas, grupos y partidos afines al marxismo, al socialismo, comunismo, etc. En consecuencia, nadie habla -naturalmente- de democracia y libertad como una ideología. Y esto sucede, porque la misma libertad de pensamiento y obra se contrapone a todo planteamiento hermético, obnubilado y de evidente fanatismo radical. 

Hoy en día ya no caben las referencias “ideológicas” así como los términos de “derecha” e “izquierda”. Fueron, sin duda, apreciaciones que en el pasado siglo XX estuvieron en boga y que, en estos momentos, carecen de sentido, pertinencia y bases consistentes. En el fondo, ¿Qué es ser de izquierda? ¿Qué es ser de derecha? ¿Qué es ser conservador o de vanguardia? Por ejemplo, ¿avanzada para dónde? Si es para instaurar una sólida y eficiente democracia, entonces estaremos en esa senda. Desde ciertos sectores, todavía hay quienes pretenden dividirnos entre izquierdistas y derechistas, revolucionarios y conservadores. La gran pregunta sería: En función de la realidad actual, ¿quiénes están en cada lado?: ¿los que aspiran a seguir anclados en lo mismo o quienes anhelamos una democracia plena y una economía próspera, con palpables muestras de desarrollo social? 

La categórica frase del profesor Sartori viene como anillo al dedo. Porque no son momentos para el ideologismo y mucho menos para las etiquetas frívolas y anacrónicas. La actualidad va a contravía. Es hora de enterrar estos calificativos y de empeñarnos en lograr aquello que, efectivamente, nos merecemos como ciudadanos. Miremos alrededor y saquemos nuestras propias conclusiones. 

alt



blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com