La importancia de María Corina Machado es supra electoral, lo hemos ratificado incesantemente.

Ella dio nuevo rostro a la oposición en momentos que estaba desarticulada, sin rumbo. Dio esperanza, marcó una ruta y reconocimiento fuera de nuestras fronteras, una conducción ganada a pulso contra enemigos propios y extraños.

Probablemente caiga mal a un sector importante de la política criolla, por decir las cosas de frente, advertir errores que luego se materializaron y encarar al castrismo venezolano desde temprano, esa línea de tiempo ha sido premiada con el apoyo histórico de la inmensa mayoría de los venezolanos, al menos 7 de cada diez así lo declaran.

Sus adversarios señalan que hoy está promoviendo la abstención, cosa que no es cierto. En primer lugar, la abstención es indomable, espontánea, un mecanismo de defensa de la ciudadanía ante procesos electorales perpetrados por instituciones públicas 100% psuvizadas que anulan el poder del voto, es decir, no premia, castiga ni genera cambios. La abstención no responde a lineamientos políticos, son los políticos que se moldearon a ella.

Las presidenciales (y toda elección psuvizada) no son importantes electoralmente per se, sino como hecho político. Esta vez, el protagonismo de Machado da mayor relevancia, el temor a ella hace al régimen cometer, usando términos tenísticos, errores forzados.

En segundo lugar, Machado insiste en la vía electoral, sin la imposición de candidatos, con un candidato real que escape al ungimiento del régimen. Esa presión ha dado resultados y aunque tampoco se permitió (sin explicación racional) la candidatura de Corina Yoris, se abrió la puerta a Edmundo González Urrutia, una figura con una trayectoria limpia.

Entonces ¿Pasó el tiempo de María Corina Machado? Lo expresamos de la siguiente manera: El régimen no podía explicar al mundo el por qué no se aceptó ningún candidato de la MUD, ello hubiese matado las presidenciales ipso facto. No les quedó más remedio que aceptar a Edmundo González (no a Yoris) porque él no representa ningún peligro, pero esa realidad puede cambiar de un momento a otro y esa rendija, estimado lector, se logra, justamente, por el fenómeno Machado, su espectro, su influencia, apoyo ciudadano e internacional.

Otra matriz cazabobos es "la gente quiere votar (por quien sea)" y es totalmente ¡FALSO! Los venezolanos quieren votar por lo más distinto al chavismo y ello se circunscribe a la figura que María Corina apoye a modo de "certificación". Por eso los popularmente conocido como alacranes tienen mismo rechazo del candidato del Psuv ¡Guste o no!

En ese mismo orden de ideas, opinamos que la encomienda de Manuel Rosales es anular a María Corina, logrando que ésta le brinde su apoyo, en algo así como: El consentido del régimen con la peor enemiga del régimen... un apoyo que debería ser imposible. Recientemente fue publicado un estudio donde Rosales, aún con el hipotético apoyo de Machado, pierde contra Maduro. Ya hemos explicado el por qué no consideramos a Rosales opositor, más bien, es un aliado importante del chavismo.

Por si aún quedan dudas, con el único que se reunió Gustavo Petro, aparte de las figuras del castrismo venezolano,  fue con el candidato forzado y figura mimada del régimen Manuel Rosales, lo que deja ampliamente descubierto, una vez más, que chavismo y Rosales son lo mismo.

Gracias a otra elección al margen de la ley y preceptos democráticos, vuelve a despertar el fantasma de las sanciones. Las elecciones de este tipo no solo son las causantes de sanciones, sino de la destrucción de Venezuela, eternizando gobernantes e imponiendo a la fuerza un modelo país rechazado por casi todos. Esperemos que la real oposición se imponga y genere los justos, deseados y necesarios cambios.