Domingo Irwin y la didáctica del control civil |
Escrito por Dr. José Alberto Olivar | @JAOlivarp |
Miércoles, 14 de Agosto de 2024 00:00 |
Domingo Irwin, era taxativo en advertir la importancia de saber distinguir entre los textos de muy variada laya de aquellos que en realidad importan para los efectos de comprender a fondo este delicado tema de análisis histórico y político. Fruto de su formación como profesor de historia y ciencias sociales en el antiguo Instituto Universitario Pedagógico de Caracas, Irwin, valoró la importancia de explicar en términos didácticos el complejo mundo militar desde una perspectiva de formación ciudadana para la democracia. Entendiéndose esta como la necesidad de fomentar un debate público sobre las implicaciones del sector civil de la sociedad en el diseño de planes estratégicos en materia de seguridad y defensa. Y su correlato, la subordinación del sector militar a la gerencia política del Estado ejercida única y exclusivamente por las autoridades legítimamente constituidas. A tal efecto, desde principios de la década de los ochenta del siglo pasado, Irwin se dedicó con paciencia de labriego a arar en el terreno de la formación de profesionales civiles, concretamente educadores, que comprendieran en primera instancia la naturaleza del sector militar, en segundo lugar, la institucionalización del control civil democrático sobre los militares y en tercer lugar, el fomento de una conciencia democrática en la sociedad civil para hacer valer sus derechos y cumplir sus obligaciones legales. En ese sentido, el profesor Irwin procuró destacar que esta tarea en lo absoluto resultaba un ejercicio de exotismo teorizante, muy por el contrario, se afincaba en la tradición liberal que había anidado la fundación de la república. A medida que el poder militar se fortalecía a causa de la guerra independentista, hubo voces que desde el campo civil no dudaron en denunciar los abusos del fuero militar en ciernes y alentaban a la representación nacional a establecer límites para no desnaturalizar el funcionamiento de las nuevas instituciones republicanas. Tal llamado hubo de convertirse en una constante a lo largo de aquel complejo siglo, en el que no pocas líneas fueron vertidas a la opinión pública para intentar poner las cosas en su lugar, ergo, deslastrar el poder civil del influjo militarista. Uno de esos llamados de atención, fue recogido por Irwin en la sistematización que hizo sobre la literatura que atañe a las relaciones civiles y militares en la Venezuela del siglo XIX. Se trata del libro El presidente, escrito por Rafael Fernando Seijas (1848-1917), publicado en Madrid en 1891. En opinión de Irwin, la obra en cuestión no es una crónica guerrera y guerrerista de las revoluciones hasta entonces libradas en suelo venezolano, sino un agudo análisis que trae consigo una certera crítica al accionar de lo que se entendía en aquella época como la organización militar de la república. Irwin como historiador, invitaba a revisar este libro que hasta la fecha había pasado inadvertido, porque resaltaba la convicción liberal de su autor, cuando destacaba que los guardianes del orden no deben actuar como instrumento político, obrando contra la vida, la libertad y la propiedad de las personas. Para el autor decimonónico, no hay mayor atentado a la libertad que la existencia de leyes injustas y tiránicas, por cuando dan pretexto para perseguir arbitrariamente a los ciudadanos, aterrarlos, robarlos, ultrajarlos y condenarlos sin formula de juicio. De tal modo que, frente a estos desmanes, era ingente propiciar la reforma de las costumbres individuales y sociales por medio de un buen sistema de educación, que instruya a civiles y militares, en el respeto de todos los derechos y todos los deberes ciudadanos. Bajo esa premisa “sencillamente complicada” en palabras de Domingo Irwin, su empeño, lejos de resultar infructuoso, apostaba a una visión de largo plazo en el que prevaleciera una sociedad verdaderamente democrática, fundada en los sanos principios del control civil. Diez años después de su desaparición física, su legado sigue más vigente que nunca. |
Exposición: "Videojuegos: los dos lados de la pantalla" en el Museo de CienciasFundación Telefónica Movistar, la Embajada de España y Fundación Museos Nacionales inauguran la exposición "Videojuegos: los dos lados de la pantalla", |
El Hatillo avanza en la digitalización de trámites municipalesEl proceso para realizar los trámites en el municipio El Hatillo es cada vez más rápido, |
El Hatillo avanza en la digitalización de trámites municipalesEl proceso para realizar los trámites en el municipio El Hatillo es cada vez más rápido, |
Inversión sostenible: una visión compartida entre El PNUD y la BVCUn Memorándum de Entendimiento para impulsar la inversión privada hacia iniciativas que generen impacto económico, social y ambiental en Venezuela |
Margarita se viste de película con el 21° Festival del Cine VenezolanoEl Festival del Cine Venezolano (FCV) llega a su vigésima primera edición, transformando la Isla de Margarita en el corazón del cine nacional del 1 al 5 de junio de 2025. |
La invención de los híbridosEn entregas anteriores sostuvimos que hay una especie de regresión de la “política”; que incluso se evidencia un declive de las democracias y, |
Un futuro de justiciaUn país que en el siglo XXI ha sido saqueado económicamente, tiranizado políticamente y abandonado socialmente, |
De la autopista motorizadaDe restringir la circulación de las motocicletas por la autopista en la gran Caracas, por ejemplo, el caos citadino sería tan monumental |
La fugaEn política, aunque los gobiernos se empeñen en negarlo, no es lo mismo ser preso por delitos comunes que por delitos políticos, |
¡Un Papa pitagórico! (Parte 2)“El buen cristiano debe tener cuidado con el matemático y todos los que hacen profecías vacías. |
Siganos en