Días oscuros para la libertad en internet: caso Venezuela 2023
Escrito por Cecilia Bermúdez | @chilanglik_   
Jueves, 02 de Noviembre de 2023 00:00

altEn un mundo interconectado, donde cada clic, publicación y búsqueda nos define, la libertad de navegar en el océano digital es uno de los indicadores de la democracia.

 El informe "Freedom on the Net 2023" nos sumerge en este panorama, revelando las realidades de 70 naciones, desde democracias consolidadas hasta regímenes autoritarios.

Este año, el informe lleva el subtítulo "El Poder Represivo de la Inteligencia Artificial". A medida que la era digital avanza, la inteligencia artificial, con su promesa de revolución y progreso, también ha mostrado su lado oscuro. Gobiernos y actores no estatales la han usado como arma para restringir, manipular y, en algunos casos, asfixiar la libertad en el ciberespacio.

Para comprender la profundidad de este informe, es esencial familiarizarse con su metodología. "Freedom on the Net" evalúa la libertad de internet basándose en 21 preguntas y casi 100 subpreguntas, agrupadas en tres categorías esenciales: Obstáculos al acceso, límites en el contenido y violaciones a los derechos del usuario.

El primero, obstáculos al acceso, aborda las barreras que dificultan la conexión a internet, desde infraestructura hasta decisiones políticas. Límites en el contenido examina las regulaciones y censuras que afectan lo que se ve y comparte en línea. Finalmente, violaciones a derechos del usuario se centra en cómo se protege o restringe la libertad de expresión en línea y las consecuencias de ello.

Cada país es meticulosamente evaluado y recibe una calificación entre 0 y 100, donde un puntaje más alto indica mayor libertad en internet. Estos se traducen en categorías: “No Libre” (0-39), “Parcialmente Libre” (40-69) y“Libre” (70-100).

Este año Venezuela aparece como “No Libre” con una puntuación de 29/100. Bajo la sombra del régimen de Nicolás Maduro, el internet ha dejado de ser un espacio de libertad y se ha convertido en un campo minado. Los ciudadanos, en su búsqueda por la verdad, navegan por aguas infestadas de desinformación estatal, enfrentan bloqueos de sitios web y temen represalias por cada palabra que escriben en línea. 

Raisa Urribarri

Al explorar el informe para Venezuela, escrito por la periodista e investigadora Raisa Urribarri, es importante recordar que detrás de cada estadística hay vidas humanas, luchas y esperanzas. Esta es la historia de la libertad de internet en el país para 2023, una que necesita ser contada.


Hallazgos clave: Puntos críticos de “Freedom on the Net” para Venezuela

El régimen de Maduro ha degradado el ciberespacio en el país. Los medios independientes son silenciados y las discusiones en línea parecen ser orquestadas por manos invisibles. Mientras tanto, los ciudadanos luchan contra barreras económicas y de infraestructura solo para ver su correo electrónico o compartir noticias en línea.

En este panorama, los hallazgos más relevantes para Urribarri, también investigadora del CIEPS Panamá, fueron dos: el uso de Inteligencia Artificial (IA) para promover la desinformación y el incremento de la brecha digital.

Por un lado, el régimen persiste en sus intentos de manipular el ámbito digital mediante campañas coordinadas de desinformación.

Se ha identificado que al menos una de estas campañas fue creada con IA, lo que evidencia una avanzada sofisticación en las estrategias de manipulación. Sobre el cómo, la investigadora explica que el régimen inyecta información falsa a través de YouTube o algún noticiero falso internacional para luego ser difundido en la televisión estatal y cuentas de redes sociales afines al régimen.

Por otro lado, sobre la brecha digital, el informe muestra que la desidia en el mantenimiento de la estructura eléctrica y de telecomunicaciones, junto con el alto costo de los servicios de internet, han restringido drásticamente el acceso para los venezolanos. Urribarri comenta que “son impagables para la mayoría”. De hecho, el costo promedio de estos servicios supera el salario mínimo mensual del país, el cual está alrededor de US$3,5 al mes.

Además de esto, el informe resalta también la censura digital en aumento, así como las amenazas y represalias a los ciudadanos que se expresan en línea.

Por ejemplo, durante el año 2022, el régimen de Maduro bloqueó al menos 70 sitios web, siendo la mayoría de ellos medios de comunicación independientes. Tanto el proveedor de internet estatal, CANTV, como los proveedores privados implementaron estos bloqueos.

Incluso quienes logran superar estos obstáculos encuentran otros. Activistas, periodistas y ciudadanos continúan enfrentando amenazas de arresto por sus actividades en línea. A menudo, las detenciones se ejecutan bajo el argumento infundado de incitación al odio. La mayoría son detenidos brevemente y luego liberados bajo medidas cautelares, pero el mensaje es claro: la disidencia en línea no será tolerada.

Mientras el informe reafirma la crisis democrática que enfrenta Venezuela y cómo esto se ve desde el ámbito digital, es fundamental comprender cómo ha evolucionado este panorama a lo largo de los años.


Cronología de Venezuela en el Reporte “Freedom On the Net"

La primera aparición del país sudamericano en el informe fue en 2016, categorizado como "parcialmente libre" con una puntuación de 40/100. En ese entonces, el espacio digital emergió como un foro para el discurso político. Sin embargo, el régimen utilizó el contenido digital como herramienta de represión, evidenciado por la condena del líder opositor Leopoldo López basada en su actividad en línea.

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El año siguiente, 2017, Venezuela entró en la categoría de "no libre", con una puntuación de 37/100. Los desafíos económicos continuaron afectando la industria de las telecomunicaciones. Además, aumentó la censura digital por parte del gobierno de Maduro, cuando 3 televisoras online fueron bloqueadas por proveedores de servicios de internet ya que cubrían las protestas contra el régimen.

Para 2018, la puntuación se redujo a 34/100. La introducción de la "Ley contra el odio" fue un desarrollo particularmente ominoso, proporcionando al régimen una herramienta poderosa para silenciar el disenso en línea.

Entre 2019 y 2021 se vio una continuación de esta tendencia descendente, con una puntuación de hasta 28/100. El internet en Venezuela se vio afectado por interrupciones frecuentes en la conectividad, dado por el poco mantenimiento a la infraestructura eléctrica y de telecomunicaciones. Además, los ataques dirigidos a portales de noticias independientes continuaron y aumentó la autocensura entre periodistas.

Finalmente, en 2022, aunque la puntuación experimentó una ligera mejora a 30/100, los servicios de internet, a pesar de estar disponibles, seguían siendo inaccesibles económicamente para una gran parte de la población.

Lo que nos trae al 2023. Es evidente que el país aún tiene desafíos significativos en términos de libertad en internet, sin embargo, más allá de las vivencias de los venezolanos, recolectar información oficial que sustente estos hechos es sumamente complicado. 

De hecho, Urribarri, quien es también doctora en ciencias humanas, comentó que el mayor desafío al elaborar el informe fue “sin duda, la ausencia de información pública y el atraso en la publicación del anuario estadístico de telecomunicaciones por parte de CONATEL. Igualmente, la poca claridad metodológica de algunos reportes disponibles”.

A pesar de estos contratiempos, Urribarri hace una investigación exhaustiva sobre la situación del internet en el país, donde narra además una cronología de ciberataques hacia medios de comunicación y periodistas.


Ataques cibernéticos hacia medios (2022-2023)

En Venezuela es habitual que medios digitales y organizaciones de derechos humanos se vean amenazados por ataques técnicos, y existe una profunda sospecha de que el estado está detrás de ellos. Durante el último año varios sitios de medios denunciaron ciberataques.

En septiembre de 2022, el portal digital de noticias Alberto News informó ser víctima de un ataque DDoS, es decir, el sitio web colapsó por un tráfico masivo malintencionado que provocó su interrupción temporal. Este asalto al medio, que además está bloqueado por varios proveedores de internet, se prolongó cerca de un día.

En mayo de 2023, el medio digital independiente Aporrea también fue objeto de un ataque DDoS durante dos días. Su cofundador indicó que dicho ataque fue ejecutado por un actor internacional "a petición de 'alguien' que lo financiaba desde Venezuela".

Las cuentas de redes sociales de estos medios no están exentas. 

En noviembre de 2022, actores no identificados vulneraron el canal de YouTube de El Pitazo, subiendo dos videos antes de que el personal recuperara el control.

En diciembre del mismo año, el medio Palpitar Trujillano, con más de 100,000 seguidores en Instagram, sufrió una serie de hackeos. Al menos tres de las nuevas cuentas que intentaron crear fueron suspendidas por Meta, dificultando su reincorporación en la plataforma.

A pesar de que el país tiene una Ley Especial contra Delitos Informáticos, vigente desde 2001, que debería penalizar dichos ciberataques, en realidad, rara vez se aplica para estos casos que representan una oposición al régimen.


¿Cómo podría compararse a Venezuela con el resto de Latinoamérica?

“De los países de la región incluidos en el informe, Venezuela es el único, junto con Cuba, con el calificativo de ‘no libre'. Creo que con esto se responde la pregunta”, afirma Urribarri.

Más allá de las declaraciones de la profesora, al explorar a los países latinoaméricanos detallados en el informe, la libertad en internet cobra un matiz intrigante. 

Del lado de las naciones “Libres” en el informe, están Argentina y Costa Rica. Mientras que México, Brasil, Ecuador, Colombia y Nicaragua comparten el título de “Parcialmente Libre”; pero ¿qué significa este panorama regional para Venezuela?

Además de ser catalogado como “no libre” junto a Cuba, el país también comparte similitudes con Nicaragua en la implementación de estrategias de vigilancia en la web. Algo en común entre estas tres naciones es la descomunal influencia estatal sobre la infraestructura de internet, lo que comienza a través de un organismo que se encarga de controlar y supervisar las operaciones de los ciudadanos en línea.

Al igual que el régimen venezolano controla a los proveedores de servicios de internet mediante CONATEL, el Ministerio de Comunicaciones cubano vigila al único proveedor ETECSA, mientras que, en Nicaragua, TELCOR supervisa la actividad digital de sus ciudadanos. Tal control estatal puede traducirse en capacidades de vigilancia y restricción más completas, lo que permite incrementar la persecución a la disidencia política.

Estos tres países han utilizado marcos legales para suprimir a quienes piensen diferente en línea. La Ley Especial de Ciberdelitos de 2020 en Nicaragua y los Decretos Leyes 35 y 370 de Cuba, junto con su nuevo código penal, tienen su reflejo en la “Ley contra el odio” creada en Venezuela para castigar a quienes se opongan al régimen.

Nicaragua es el único país “Parcialmente Libre” en internet que usa estos métodos de vigilancia para tomar represalias. En contraste, Colombia, México, Ecuador y Brasil tienen un mayor respeto por la libertad de expresión en la web.

Estos países tienen sistemas democráticos con una historia de alternancia en el poder y una mayor tradición de respeto por las libertades civiles, a pesar de los desafíos de cada uno de estos. Además, han implementado leyes y regulaciones que, aunque imperfectas, establecen ciertos límites a la censura en línea y a la violación de la privacidad. 

Del lado más alto del ranking, Argentina y Costa Rica, destacan por su respeto a la libertad en internet y han establecido precedentes legales que favorecen la libre expresión. Sin embargo, estos países enfrentan desafíos propios, como la violencia de género o la intimidación en el ámbito digital.

En general, la libertad en latinoamérica presenta una amplia gama. Las categorías del informe no solo reflejan formas de gobierno, sino también cómo se utiliza la tecnología para influir en los derechos fundamentales. Mientras que situaciones extremas de países “No Libres” alertan sobre la erosión de la democracia, los países "Libres" muestran que se pueden balancear las amenazas y oportunidades que presenta el mundo digital.

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Reflexiones sobre Venezuela, la libertad en internet y la democracia 

La trayectoria del país en el ámbito digital es un firme recordatorio de la importancia de proteger y promover la libertad digital en todo el mundo. Dentro del panorama de 70 países del reporte "Freedom on the Net 2023", Venezuela surge como un ejemplo de cómo el brillante potencial de la era del internet puede oscurecerse por el puño del autoritarismo.

Sin embargo, este informe no sólo refleja números y estadísticas, sino venezolanos llenos de desafíos, resistencia y esperanza. Cada cifra representa a individuos que, a pesar de todo, buscan informarse, comunicarse y hacer valer ejercer sus derechos. Historias que recuerdan la importancia de salvaguardar las libertades dentro o fuera del internet, y así la esencia misma de la democracia en el siglo XXI.

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