¿Cómo es el alma del venezolano?
Escrito por Jaime Bello León   
Lunes, 26 de Septiembre de 2011 03:02

altNo es un ejercicio banal o reservado para los ociosos in extremis; es una interrogante válida, habida cuenta de lo que sucede en nuestra nación diariamente, por no decir minuto a minuto, en todos los ámbitos susceptibles de análisis.

Aquí entendemos "alma" como sinónimo de lo esencial para, a partir de allí, definir todo lo demás que conforma a un ser. Entonces, alma es sinónimo de lo principal, de lo más importante.

Veamos un caso de estudio: ¿Cómo asimilamos los venezolanos las muertes violentas producto del hampa? En la superficie y en el fondo la frase es esta: "menos mal que no me tocó a mí".

Desde lo más profundo de nuestra alma no hacemos nada al respecto, sino agradecer, de la manera más primitiva, que no llegó la desgracia mayor a nuestra casa... Si hemos sido objeto de un arrebatón por ejemplo, del celular , para ponernos ligths, la respuesta es esta: "bueno, ya tendré para comprarme otro"... Y así, así vamos, segundo a segundo, por la senda de la naturalización del delito, de lo que no debe ser, de lo torcido, como sistema primario de relación con nosotros mismos y con el entorno.

¿Tiene esto alguna consecuencia? Sí, vivimos de una manera muy parecida a como vivían los primitivos que tenían una relación mágico-religiosa con todo. No podemos evolucionar como sociedad en términos reales y nos llenamos de adornos para tranquilizarnos y creernos que sí vivimos bien, que somos un conglomerado humano valioso.

Sin ánimo de ser el más pesimista, debo confesar que siento que cualquier sociedad, por más pequeña que sea, si no le da valor a la vida en serio y permite que ésta penda de la más ramplona y primitiva de las suertes y se conforma con ello... definitivamente, está muy, pero muy mal. Y me temo que en eso andamos nosotros, los habitantes de la Patria Grande de Bolívar.

Estamos sumergidos en una vorágine de violencia y no hacemos absolutamente nada para que esto cambie; sencillamente, decidimos mirar para otro lado y asirnos de la frase preferida de los hombres de Neanderthal: "gracias a lo que sea que no me tocó a mí".

Para decirlo de otra manera: mientras sigamos creyendo que somos el país de las mujeres bellas, de los buena gente, de la Patria Grande y de todas esas palabrejas que sólo sirven para tapar las miserias, estamos y estaremos cayendo por un precipicio que tiene como alcabala sólo la morgue. No podemos creer que estamos bien, si habitamos un territorio donde el ritmo lo marca el motorizado que se monta en la acera y le grita a la señora que viene caminando: "¡Quítate, vieja!".

Y esto nos parece normal.

@jbelloleon

TC


blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com