“Venezuela es el principal país de tránsito de cocaína en el mundo”, según revela el reciente Reporte Mundial sobre Drogas de la ONU. El crecimiento ha sido constante en los últimos años, hasta llegar a este deplorable récord. De otro lado, en nuestro país no se mueve la hoja de un árbol sin control del régimen. No hemos sabido de acciones de envergadura -administrativas o penales- contra funcionarios militares o civiles por narcotráfico

y si bien de tanto en tanto se informa de decomisos, estos bajaron de 34 toneladas en 2006, a apenas 7 en 2007, mientras el tráfico se sigue incrementando alarmantemente. Más tráfico, menos decomiso. Adicionalmente, nunca se conoce el destino de lo decomisado, siendo razonablemente lógico pensar en reciclaje. La conclusión de lo hasta aquí dicho es simple: el régimen de Chávez tolera y estimula el narcotráfico.

Con el Reporte de la ONU coinciden los últimos informes de la Unión Europea, del Departamento de Estado de Estados Unidos y de la Agencia para la Investigación del Crimen Organizado de Inglaterra. No obstante, es la primera vez que Venezuela es mencionada como el principal territorio de tránsito en el orbe.

“El 40 % del alcaloide incautado en la Unión Europea proviene de Venezuela”. La cocaína que sale de nuestro país aumenta su precio en aproximadamente 45 %, una vez que es colocada en Europa. En lo que va del año se estima que 238 toneladas de cocaína han sido puenteadas a través de nuestro país”. “Veinte por ciento de la droga que entra a EE.UU. proviene de Venezuela”, transita por acá. Son datos oficiales espeluznantes, si bien Venezuela no reporta formalmente cifras desde hace más de dos años.

Como se sabe, Colombia y Bolivia son de los mayores productores de cocaína en el mundo. Se conoce y está probada la relación de las FARC y el régimen venezolano. ¿Será uno muy mal pensado si considera que las FARC -amigas de Chávez según su propia confesión- utilizan nuestro país de puente para sacar la droga de Colombia? ¿No será lógico pensar en algo semejante, en cuanto a la droga de Bolivia, habida la cuenta de la fraternal relación del “coquero” -como él mismo se denomina- y del Presidente de Venezuela?

El tránsito de la droga por Venezuela, a no dudarlo, genera beneficios económicos al cogollo del régimen, y no sé si al régimen como tal. ¿No será ese dinero podrido utilizado para sembrar socialismo a la fuerza en Latinoamérica y más allá? ¿No será ese dinero maldito -junto con el proveniente de la corrupción grosera y sin precedentes- fuente del enriquecimiento sin límite de la nueva y pujante boliburguesía?

Yo grito ante el mundo mi profunda indignación por este crimen contra la humanidad y particularmente contra los venezolanos. Acuso al régimen. Su culpa está en la podredumbre y/o en la ineficiencia.

Como consecuencia lógica del puenteo, el consumo se ha incremento en Venezuela: todo país de tránsito, indefectiblemente, ve incrementar el consumo. En nuestro país ya hasta niños de 10, 11 y 12 años son víctimas de la drogadicción: “la marihuana sigue siendo la droga de inicio preferida, pero la cocaína y sus derivados ocupan un porcentaje cada vez más importante”.

Son innumerables los daños ocasionados por el régimen de Chávez al país, entre los peores están la siembra de odio, y la cosecha de drogadictos que va de la mano con el tránsito de los estupefacientes. Ya basta. La calle -escenario de la protesta y el reclamo- nos sigue esperando. No más silencio cómplice frente a la cocaína y el régimen de Chávez.