El debate presentación de proyectos de país del pasado lunes 14 de noviembre entre los cinco precandidatos por la Unidad de la sociedad civil democrática,

puso en evidencia y contrastó las dos Venezuela que hoy en día existen: La violenta, falaz, irrespetuosa, corrupta, inepta, abusiva y autoritarista de Hugo Chávez Frías, por un lado, y por el otro, el país que desea la reconciliación, la paz y entendimiento, la vuelta al sistema democrático perfectible con su alternabilidad, descentralización, respeto, orden y estado de Derecho.

Gracias a la impertinente cadena que dos horas y media antes de la presentación del debate que montó el caudillo de Miraflores, se pudo contrastar de manera fehaciente la clara diferencia entre esas dos Venezuela. La primera, es decir, la de Chávez, encarna el continuismo en el poder a través de dádivas amenazas, insultos a los que le adversan, más promesas y nuevos engaños. Las vías son tal como antes, las mismas: Compra de conciencias, ventajismo obsceno, peculado de uso, amenazas, de sobremanera, las cadenas televisivas y radiales, además de gastos multimillonarios en dólares en el exterior en propaganda.

La nueva Venezuela que presentaron como proyecto personal cada uno de los cinco pre-candidatos de la Unidad, es la de la reconciliación, la apertura, el pasar la página de estos terribles 13 años de tiranía y abuso de poder, asomando un escenario de unión, inclusión, justicia, empleo, soluciones habitacionales, liberar a los presos políticos. También, un regreso al sistema democrático y la recuperación de la soberanía nacional secuestrada por el comunismo y Fidel Castro.

La Venezuela del chavismo es la imagen de la anti-patria, lo indecente, la corruptela, las sempiternas batallas contra enemigos imaginarios que viven en la cabezota del tirano de Miraflores; la de los batallones, comandos, patrullas y afín que tienen ya harta a la población nacional, que lo que quiere es volver a la normalidad, la tranquilidad,  la decencia y justicia social, sin tensiones, angustias y miedos por la inseguridad personal.

La nueva Venezuela que ha de venir, encarna el fin de la separatividad, el odio y las vagabunderías, la exclusión, segregación política y racial y polarización.

La vieja Venezuela es la historia en negro; la nueva es la Venezuela en blanco. ¿Por cuál de las dos Venezuela se inclina usted, amigo lector?

LV