| Potsdam: ¿Segunda Guerra Mundial o Guerra Fría? |
| Escrito por Carlos Balladares C. | X: @Profeballa |
| Jueves, 31 de Julio de 2025 04:41 |
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en medio de la Conferencia de Potsdam (del 17 de julio al 2 de agosto de 1945), firmada por los líderes de Estados Unidos, Reino Unido (y la Commonwealth) y China; la cual tenía como objetivo lograr la esperada capitulación del Imperio nipón y de esta forma evitar el gran costo humano de invadir sus principales islas y compartir la tarea con la Unión Soviética. Para la fecha el bombardeo estratégico había destruido la mayor parte de sus ciudades e industrias en mayor proporción que lo padecido por el Tercer Reich, y ahora se contaban con la bomba atómica aunque el Japón no lo sabía; de modo que se enfatizó la amenaza con las palabras: “pronta y total destrucción” sin abandonar los términos de “la rendición incondicional”. La historiografía ha debatido al respecto y una parte ha concluido que se pudo haber evitado el uso de la bomba atómica, si dicha declaración iba acompañada de la promesa de conservar el “mikado” (figura del emperador). La Conferencia de Potsdam fue la última reunión de los “tres grandes”: los líderes de las tres principales potencias aliadas durante la Segunda Guerra Mundial: Iósif Stalin, Winston Churchill (que en medio de las negociaciones perdió las elecciones en su país y fue reemplazado por el laborista Clement Attlee), y Harry S. Truman (que heredó el cargo por haber sido el vicepresidente de F. D. Roosevelt, quien falleció en abril). La misma se realizó con el fin de configurar el orden geopolítico de Europa, la administración conjunta de la Alemania ocupada y la derrota final del Imperio del Japón. Al revisar los principales “manuales” de la historiografía sobre la guerra y las más importantes enciclopedias que hemos consultado para nuestra serie; nos impresiona que le dediquen menos atención que otros hechos y reuniones de los aliados. Un buen ejemplo es el relato de Churchill (1957) en su obra La Segunda Guerra Mundial, que a pesar de ser muy detallada se centra más en el peligro creciente de la Unión Soviética y en el esfuerzo que realizó para convencer a Truman de detener el expansionismo comunista y salvar a Polonia, y menos en las decisiones tomadas. Churchill llegó a proponerle a su Alto Mando la elaboración de un plan secreto para hacer retroceder el Ejército Rojo en Polonia (“Operación Impensable”), sin saber que Stalin pretendía un mayor avance aún en toda Europa al dar un fuerte apoyo (aunque no hay pruebas de planes militares) a lo partidos comunistas francés e italiano. Al inicio de la reunión se supo el éxito de la primera explosión atómica, y el primer ministro británico pensó que podía ser usada para amedrentar a los rusos y para finalizar de inmediato la guerra. Esta última interpretación ha llevado a considerar que la Conferencia de Potsdam más que el final de la Segunda Guerra Mundial es el inicio de la Guerra Fría, tal como se titula el documental alemán del 2021: Potsdam 1945 - Where the Cold War Started. Sus esfuerzos buscaron que Polonia tuviera la oportunidad de no ser controlada por un gobierno totalmente prosoviético y que la línea fronteriza entre Polonia y Alemania no estuviera en la línea de los ríos Oder-Neisse sino solo en el curso del Oder que giraba al este. De esta última forma la nueva Alemania podría tener cómo alimentarse e incluso potencial industrial debido a que esta región (Silesia, parte de Pomerania, Brandemburgo y Sajonia) fue tradicionalmente un granero para los alemanes. Al final tuvo que aceptar la Oder-Neisse y la expulsión de miles de alemanes de la zona por parte de los polacos. El presidente Truman llevaba un diario y mandaba con frecuencia cartas a su esposa, de modo que describe perfectamente lo ocurrido día a día. Todo esto se encuentra recopilado en el primero libro de sus memorias publicado en 1955: Year of Decisions (y en el biopic para TV: Truman (Frank Pierson, 1995) en el que es interpretado por Gary Sinise, se muestra una escena sobre su labor de escritura aunque se le dedica poco a Potsdam). Su percepción de Stalin cambió al pasar los días, al principio creyó que era un estratega con el cual se podía negociar el mantenimiento de la paz de postguerra, para luego afirmar que era “astuto como el infierno” violando claramente los acuerdos de la Conferencia de Yalta (del 4 al 11 de febrero de 1945). Las diferencias ideológicas de la futura Guerra Fría comenzaron a surgir y determinar las decisiones que tomaban Stalin y Truman, y aunque le informó a Stalin sobre la bomba, éste trató de no inmutarse y no le impidió seguir intentando tomar ventaja. Truman por su parte se convenció que el uso de la bomba tendría un doble papel: doblegar tanto a los japoneses como al expansionismo comunista en especial en Asia. En torno a las decisiones sobre la Alemania de postguerra se confirmó el mantenimiento de las zonas ocupadas pero se acordó llevar a cabo en todas ellas la llamada “política de las 4D”: desmilitarización (se eliminaban las fuerzas armadas alemanas tanto a nivel institucional como paramilitar y todo el entramado de la industria bélica), democratización (instauración de un sistema democrático con respeto a los derechos humanos y el multipartidismo), desnazificación (abolición de toda la legislación nazi, la purga de los nazis de todas las instituciones y los juicios contra los criminales de guerra) y descentralización (cada zona sería administrada separadamente y sobre las reparaciones de guerra cada país ocupante se las cobraría por separado usando la región que le tocó administrar). La Unión Soviética garantizó el cumplimiento de la promesa dada en Yalta de atacar al Japón lo cual podría hacer a mediados de agosto en el sector de Manchuria. En el momento más de un millón de soldados del Ejército rojo se desplazaban al oriente para iniciar la invasión de la región. La Conferencia de Potsdam demostró que el territorio “donde pisa el pie del soldado ruso” (frase usada por Vladimir Putin el 25 de junio del 2025 en torno a la invasión rusa de Ucrania) terminaba siendo soviético o satélite de ella. Se acabaron las alianzas de la Segunda Guerra Mundial contra el totalitarismo nazi y el expansionismo militarista japonés para iniciar las divisiones ideológicas entre el mundo libre y democrática contra el totalitarismo soviético. Aunque todavía dicha guerra no había finalizado y existía el temor de una gran pérdida de vidas ante la invasión de las principales islas del Japón que estaba planificada para el otoño, mientras el presidente Truman debía decidir si seguía adelante con la decisión de usar la bomba atómica. La próxima semana nos dedicaremos a Hiroshima y Nagazaki.
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