Nuestro origen como nación, por lo menos a nivel simbólico, ocurrió en el Lago de Maracaibo

Para Ileana Parra, con aprecio
 
 
La mayoría piensa que todas las regiones "siguieron el ejemplo que Caracas dio". Y resulta que Venezuela antes de ser Venezuela eran muchos países. El Centro, el Occidente, el Oriente, la Orinoquia, los Llanos y los Andes. 
 
La colonización hispana siguió el trazado preliminar de los primeros habitantes llamados hoy: indígenas. Y fue en el Lago de Maracaibo donde se inició la idea de Venezuela. Alonso de Ojeda al recorrerlo y quedar impresionado por los palafitos hizo una remembranza con Venecia.
 
Nuestro origen como nación, por lo menos a nivel simbólico, ocurrió en el Lago de Maracaibo. Otro dato importante es que en un intervalo corto fueron los alemanes los que fundaron Maracaibo. Desde Coro, como cabeza de playa, se inició la conquista, exploración y población. 
 
El Occidente fue el territorio de las principales batidas de las expediciones españolas guerreando contra los indios y contra ellos mismos. Su móvil: fue la codicia. 
 
El Dorado cegó cualquier propósito noble desde una aspiración civilizatoria que la modernidad europea diseñó a su medida e interés. El Sistema-Mundo capitalista nació en ese entonces. 
 
Esa ilusión, la de una Ciudad de Oro mítica, según Andrés Bello, fue el motor histórico de unos aventureros que pensaron más en sí mismos que en el Rey, la Monarquía o España. 
 
América fue un inmenso territorio de caza de tesoros reales e imaginarios. España antes de fundar los valores de su catolicismo militante y fanático lo que hizo fue saquear. Cómo hacen todos los saqueadores: desde el primer hombre hasta hoy. 
 
La violencia entre seres humanos no es un mal negocio. El botín y el dominio militar para ocupar territorios vecinos o lejanos es una constante geopolítica. El daño se blanquea o disimula con las narrativas justificadoras de quienes tienen la capacidad de imponerlas. La Historia, por lo general, está al servicio de éstas matrices de opinión gestadas al calor de una militancia nacionalista.
 
En esas exploraciones, los ríos fueron autopistas. Y las primeras avanzadas se internaron hasta los Andes, los Llanos y lo que es hoy el Oriente colombiano. Ya desde ese entonces, bajo los dictados de la geografía, se fue conformando el país "Maracaibo". Con estrechas relaciones con el Caribe Occidental y teniendo como referente de salida o "aeropuerto" al puerto de Maracaibo. 
 
El Lago fue punto de encuentro e intercambios febriles: comerciales y humanos. Los historiadores de la Región Histórica Marabina lo llamaron: hinterland. "Hinterland es una palabra alemana que significa «tierra detrás» de una ciudad, un puerto o similar. Su uso en inglés fue documentado por primera vez por el geógrafo George Chisholm en su Handbook of Commercial Geography (1888)". 
 
La Dra. Ileana Parra, profesora de la Universidad del Zulia, con muy buen criterio, se ha dedicado a investigar los trazos de ese hinterland en los siglos XVI y XVII. Para ello se hizo de una base de operaciones en la mismísima Sevilla, otra ciudad-puerto que dirigió los intercambios entre Europa y América durante trescientos años. Desde ese ambiente andaluz, con reminiscencias árabes, la Dra. Ileana Parra batió, en el monumental Archivo de Indias, las huellas documentales de los orígenes de la Provincia de Maracaibo. 
 
Sus conclusiones son asombrosas. En 1676 se fundó la Provincia de Mérida, La Grita y ciudad de Maracaibo. Y para ello, estudió con dedicación, las principales rutas del comercio que entrelazó a éste espacio socio-económico y que le confirió una identidad histórica y cultural propia. 

 
Llama la atención que Maracaibo en estos dos primeros siglos hispánicos administrativamente haya dependido de Bogotá antes que Caracas. De hecho, Caracas, era otro país extraño. Son los Borbones en 1777 quienes resquebrajan de manera perturbadora el ritmo social de la Provincia de Maracaibo al crear la Capitanía General de Venezuela con capital en Caracas. Desde entonces ha existido una rivalidad silenciosa o no tan silenciosa ya que habría que ver la actuación de uno y otro en la Guerra de Independencia (1810/1823). 
 
Hay un dato curioso muy pocas veces referido. Y se trata de la fundación de Gibraltar. “Gibraltar fue fundada el 17 de octubre de 1592 por Gonzalo Piña Ludueña, y constituyó una de las primeras poblaciones del actual estado Zulia, su ubicación estratégica al sur del Lago de Maracaibo y en la falda de los Andes la convirtieron en ruta obligada de los productos que venían del Virreinato de la Nueva Granada y de los Andes, pero también en blanco de numerosos ataques piratas”. 
 
Los piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros más famosos de los siglos XVI y XVII “visitaron” el Lago de Maracaibo. Si bien no tenía Internet, con sus redes sociales en ese momento, se las ingeniaron para conocer con mucha precisión las rutas comerciales lacustres y terrestres que desde los Andes llegaban hasta el puerto de Gibraltar, mucho más apetecido y lucrativo, que el de Maracaibo. Hasta hubo piratas que se internaron hasta Trujillo estacionando sus embarcaciones por semanas y meses de manera impune mientras llevaban a cabo sus correrías.
 
Le debemos a Luis Britto García en su fundamental, “Demonios del Mar. Piratas y Corsarios en Venezuela, 1528-1727”, (1998), las peripecias del filibustero francés Francisco Esteban Grammont, quién asaltó Maracaibo, Gibraltar y Trujillo en 1678. ¿Qué les motivó para incursionar en tan vasta zona geográfica con apenas caminos transitables? El cacao, los cueros y esclavos. 
 
Britto, explica mucho mejor ésta asombrosa como desconocida expedición y hace la radiografía del hinterland de la Provincia de Maracaibo. Ya los extranjeros, como delincuentes, tenían plena conciencia del circuito comercial ribereño que hacía fluir los intercambios humanos y comerciales en todo ese amplio territorio. Algo que hoy la mayoría de los zulianos aún ignora.
 
“La decisión tiene su lógica: Maracaibo, Gibraltar y otras ciudades del Lago prosperan como embarcaderos de las riquezas que bajan desde la cordillera andina. El corsario busca sus fuentes. A tal efecto selecciona 420 filibusteros, pertrecha a cada uno con 150 tiros, se aprovisiona de cambures y de carne de mula. Sigue un sendero desviado para evitar trincheras armadas en los llanos de Cornieles; atraviesa el río Caús en balsas improvisadas y emprende el camino hacia Escuque”.  
 
Razón por la cual, las autoridades hispánicas, con sede en la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá, decidieron blindar la entrada al Lago de Maracaibo construyendo un formidable fortín con el nombre de Castillo de San Carlos. El ingeniero Francisco Ficardo, traído desde Cartagena de Indias, inició los trabajos en 1679. Habrá que esperar hasta el año 1783, más de una centuria, para terminar el fuerte. Así de clave era para el gobierno español en América el resguardo de sus territorios. 
 
Caracas, está ausente de los ritmos y dinámicas socio-económicas de la Provincia de Maracaibo en ese período. Maracaibo empieza a capitalizar el privilegio de contar con el puerto más importante que daba salida al exterior, razón principal que la convierte en la capital y sede del poder.