Los signos de los tiempos en el camino de los Santos
Escrito por Douglas C. Ramírez Vera | @AccHumGremial   
Jueves, 23 de Octubre de 2025 04:31

altLos venezolanos sentimos un sano orgullo en tener los primeros santos nacidos en Venezuela.

Porque tal vez, ni Goyo ni Carmen sean los primeros santos venezolanos, porque hay una historia particular de Venezuela con la Madre Teresa de Calcuta.

La Santa Madre Teresa de Calcuta fundó la primera Casa de la Caridad, fuera de la India en Cocorote, Venezuela, en 1965. La obra en Cocorote, aunque inaugurada oficialmente en 1971, fue el inicio de la expansión de su congregación, las Misioneras de la Caridad, en otros países.

Las misioneras se dedican a servir a los más necesitados, visitando a enfermos, presos y niños, y repartiendo comida y medicinas a los más desfavorecidos.

Cuando visité por primera vez la obra, de las Misioneras de la Caridad —en Cocorote—, la hermana superior relató sobre la historia de la obra, en este pueblo tan cerca de la montaña de Sorte, la cual se encuentra relativamente cerca de Cocorote, la distancia entre Cocorote y la Montaña es de aproximadamente 15 a 20 kilómetros.

La montaña es el principal santuario de María Lionza y es un importante centro del espiritismo venezolano. Este lugar es considerado una montaña mágica donde miles de devotos a María Lionza acuden especialmente el 12 de octubre, para honrar a la reina indígena a través de rituales y ceremonias sincréticas que mezclan diversas creencias indígenas, africanas y “católicas”. Por dicha razón la Santa Madre Teresa de Calcuta le dio tanta importancia que su primera obra fuera de la India, estuviera precisamente, en este pueblo de Cocorote tan lleno de prácticas alejadas del camino a Cristo.

La historia es que, para lograr que esta obra fuera posible, las autoridades de la época le hicieron una solicitud a la Santa Madre y esta era que solo los venezolanos podían iniciar una obra de ese tipo. Las hermanas en el museo de la Obra de la Caridad, en Cocorote, tienen expuesto el documento donde aparece la certificación de la nacionalidad venezolana de la Santa Madre Teresa de Calcuta[2]

Hasta donde tengo información, la Santa Madre Teresa no renunció a la nacionalidad venezolana. La Madre era de nacimiento albanesa y luego adoptó la ciudadanía india al establecerse y fundar su congregación en Calcuta.  Pero luego de eso, tomó la nacionalidad venezolana, para realizar su primera obra fuera de la India. Tampoco sé, si siguió tomando otras nacionalidades.

En todo caso, hoy se tiene un papa León XIV, nacido en los USA, quien después por su obra de amor adoptó la nacionalidad peruana y hoy es residente del Vaticano en el corazón de Italia. Ahora quien puede negar que el Papa es peruano y de origen estadounidense. Esto marca un hecho interesante, es que la Iglesia Cristiana es Universal, es decir, es católica y también lo son sus santos.

Entendamos que los Santos —desde el punto de vista de la teología—, son caminos en la búsqueda de Cristo para llegar al Padre con ayuda del Espíritu Santo. Por eso la frase que los “Santos no hacen milagros”, es una gran verdad. Pero los santos, si son miembros de la comunidad de los santos que interceden ante el creador. Es decir, los cristianos no adoramos a los santos, pero sí aprendemos de sus caminos en la búsqueda de DIOS.

El Papa en su homilía estructura toda su reflexión en torno a una sola pregunta del Evangelio de Lucas: "Cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?" (Luc. 18:8).

León XIV utiliza esta pregunta no para sembrar el miedo, sino para diagnosticar una tentación moderna: la de vivir como si Dios no existiera, "una tierra sin fe... habitada por hijos que viven sin Padre". Es una reflexión sobre el secularismo y la pérdida de sentido trascendente.

Inmediatamente, el Papa transforma esta pregunta inquietante en un "anuncio gozoso de salvación". Explica que la propia pregunta de Jesús es ya una prueba de su preocupación y una "poderosa invitación a la esperanza y a la acción". No es una condena, sino una llamada a despertar.

El concepto de "Fe" es el eje central de la homilía. El Papa la define de varias maneras cruciales:

  • La Fe es un Vínculo de Amor: No es un simple asentimiento intelectual, sino la relación vital que conecta a la humanidad con Dios. Es lo "más precioso a los ojos del Señor".
  • La Fe es Fundamento del Sentido: Aquí hay una afirmación filosófica crucial: "sin la fe los bienes materiales, culturales, científicos y artísticos pierden su sentido". El Papa no los desprecia, sino que les otorga su verdadera dimensión al anclarlos en un marco trascendente.
  • La Fe es el Motor de la Acción Social: En un punto que conecta con el mensaje de Parolin, León XIV afirma que "Es esta fe la que sostiene nuestro compromiso por la justicia". La fe no es un opio alienante, sino la fuerza que libera del fatalismo e impulsa a trabajar por un mundo mejor, porque se cree en un Dios que salva por amor.

Este concepto de la fe como motor encuentra un eco concreto en el mensaje del Cardenal Parolin, cuidadosamente dirigido al Pueblo Venezolano, para infundir esperanza y recordarle su poder y responsabilidad de ser agentes de cambio, siguiendo el ejemplo de sus santos. También el mensaje a la Clase Política y Gobernante: Este es un mensaje firme y crítico. Les recuerda que su autoridad debe estar al servicio de la justicia, la libertad y el bien común, no puede ser fácilmente ignorado. Por último, Parolini dio un mensaje a la Iglesia en Venezuela, para alentarla a mantenerse como un actor social relevante, promotor de diálogo y defensora de la dignidad humana, sin miedo a señalar las injusticias.


La santidad: diversidad en la unidad

Al final el Papa presenta a los siete nuevos santos señalando: sus diferentes vocaciones (mártires, misioneras, fundadoras, laicos), subraya que la santidad no es monocromática. Es una vocación universal accesible para todos, en cualquier estado de vida. Por otro lado, destaca que los santos son la Antítesis del "Héroe" secular: Los define específicamente como "no héroes ni paladines de algún ideal, sino hombres y mujeres auténticos". Esto es crucial ya que la santidad no es sobre logros sobrehumanos, sino sobre una autenticidad humana transformada por la gracia. Son "fieles amigos de Cristo", una definición íntima y relacional.

La oración: el pulso de la fe

León XIV dedica una parte sustancial de su homilía a la oración. La oración la compara con la respiración: "Como la respiración sostiene la vida del cuerpo, la oración sostiene la vida del alma". Es una necesidad constante, no un lujo opcional. Usa la parábola de la viuda insistente para mostrar que la oración no es pasividad. La oración es la "insistencia" es "un hermoso ejemplo de esperanza", especialmente en tiempos de tribulación. Es la tenacidad de quien confía en ser escuchado.

Las tentaciones de la fe y la respuesta en la Cruz

El Papa es pastoralmente muy lúcido al identificar dos tentaciones que acechan la fe y la oración:

  1. El Escándalo del Mal: La tentación de creer que Dios es indiferente al sufrimiento ("Dios no escucha el llanto de los oprimidos").
  2. Instrumentalizar a Dios: La tentación de que la oración se convierta en un "mandato a Dios", queriendo que Él actúe según nuestros planes y no según su voluntad.

La solución que propone es Cristo céntrica:

  • Jesús en la Cruz: Es el "testigo perfecto de confianza filial". Su "Hágase tu voluntad" en el Getsemaní es el modelo de toda oración.
  • Dios ya está en el Sufrimiento: Aquí está quizás la parte más profunda de la homilía: "Cuando clamamos al Señor: '¿Dónde estás?', transformamos ese grito en oración, y entonces reconocemos que Dios está allí donde sufre el inocente". La Cruz no es la ausencia de Dios, sino su presencia más profunda en el abismo del dolor humano.
  • La Justicia de Dios es el Perdón: Define la justicia divina no como castigo, sino como "el perdón, porque Él ve el mal y lo redime cargándolo sobre sí". Esta es una teología profundamente esperanzadora.

El mensaje final es un recordatorio poderoso: la transformación del mundo comienza con la transformación del corazón.

  • "Quien rechaza la misericordia de Dios permanece incapaz de mostrar misericordia al prójimo."
  • "Quien no acoge la paz como un don, no sabrá donarla."

El papa nos dice que no se puede dar lo que no se ha recibido.

La fe, alimentada por la oración, nos capacita para acoger el amor y la paz de Dios, para luego ser instrumentos de ese mismo amor y paz en un mundo herido.

 


[1] ORCID: https://orcid.org/0009-0001-5282-0006

[2] A los curiosos los invito a visitar dicho museo en Cocorote y verificar con sus propios, ojos esta experiencia personal y si luego, sí deciden apoyar el trabajo de las hermanas, eso será siempre bendecido.

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