Sónar celebró dos décadas de música y vanguardia
Escrito por Cherry Adams   
Viernes, 21 de Junio de 2013 17:32

alt(Especial OpiniónyNoticias desde Barcelona) Desde hace 20 años el Sónar, el festival de Música Avanzada y Nuevo Arte Multimedia, se ha erigido como referencia y platea para los proyectos más interesantes de la escena musical electrónica

a nivel mundial. Por cada año que cumple se establecen mayores retos: incorporación de nuevos escenarios y la producción en paralelo de ediciones en otras ciudades del globo.

Si hablamos de números, la vigésima fiesta del Sónar no sólo estrenó locación, un amplio y mucho más moderno espacio en la Fira Montjuic (en la mítica Plaza España de Barcelona), sino que además dio cabida a más de 121.000 asistentes, cifra inalcanzable en las afueras del MACBA, antigua casa del festival.

El imparable crecimiento de los entrepreneurs en la Mobile World Capital Barcelona, permitió a los organizadores pensar y desarrollar una intuitiva aplicación para smartphones que posibilitó a los asistentes organizar agendas, conocer nuevos artistas y ubicarse en la recién estrenada locación.

Jueves 13 de junio: Sónar Día

El primer día del festival y las primeras horas de jornada no reflejaban lo que vendría horas más tarde. Decenas o quizás centenas de personas desperdigadas en el amplio espacio del Sonar Village servían de marco para escenarios más pequeños y bajo techo: Sonar Dôme, curaduría a cargo de la gente del Red Bull Music Academy, y el Sonar Hall.

Empieza el show en el Dôme con la energía del rapero proveniente de Washington, Oddisee, quien interpretó los temas de su disco debut en solitario, “People Hear What They See” (2012). Oddisee junto a su banda puso a bailar a los asistentes, no sólo por su voraz lírica sino por esa honestidad con la que sonaba cada canción. Había un sabor a Motown, un aura muy Marvin Gaye, pero más contemporáneo y realmente interesante. Recomendable darle una oida: http://www.oddiseemusic.com/

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En el Sonar Hall el ambiente era mucho más oscuro y durante los tres días daría cabida a proyectos alternativos y los menos comerciales de toda la edición. Este día tocó el turno de Liars y su propuesta de dance post-punk. Luces de neón negras para acompañar el performance de Angus Andrew, voz líder del trío neoyorquino. Una de las ocasiones más intensas fue al ritmo del tema “No. 1 Against The Rush” de su disco WIXIW.

Más adelante y en ese mismo escenario tocaría el turno de Mykki Blanco, quien a pesar de su look típico de rapero: bermudas estilo boxeador, ropa interior “Gucci” a la vista, sin camiseta y cadena de oro, sorprendió a todos al sacar de su bolsillo un lápiz labial, pintarse la boca y comenzar a moverse como una show girl. No sólo es músico sino que además es poeta y sus shows se inspiran en los movimientos de las Riot Grrrl y el Queercore. Divertido, impactante y todo un showman que en par de ocasiones -durante su performance- gritó sentirse como “the prettiest girl in the world”.

Viernes 14 de junio: Sonar Día, Sónar Noche y Kraftwerk 3D

En la segunda jornada del festival ya se notaban dos cosas: la cercanía del fin de semana y un aumento significativo en el número de asistentes ya a las cinco de la tarde. El Village estaba atestado de sandalias y camisetas de verano. Otra señal característica del menos interesante de los escenarios: los DJ sets.

Contados con una mano fueron los shows en directo. El grueso del cartel, que serviría de música ambiental para los que prefirieron quedarse al aire libre, sólo ofrecía grandes nombres en versión DJ. Uno tras otro, los sets de Matthew Herbert, Jamie Lidell y Modeselektor. Quizás la diferencia la logró el segundo cantando en algunos temas. No hubo mayores sorpresas, ni temazos de antaño, ni rarezas. Parecía una gran barbacoa, ni más ni menos.

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En el Dôme y con más de veinte minutos de retraso se presentó MF DOOM con su más reciente proyecto JJ DOOM junto a Jneiro Jarel, ex-alumno de la Red Bull Music Academy. Por segunda vez consecutiva (la primera fue como telonero de Portishead en el Poble Espanyol en el 2012), DOOM dejó esperando a un público que impaciente tuvo que lidiar con su mal humor y una desorganizada y poco preparada presentación.

De vuelta al Sonar Hall, fue la increíble presentación de Uwe Schmidt (ex Sr. Coconut) quien en esta oportunidad se presentó como Atom ™ y dio una clase magistral de electrónica con la interpretación de los temas de su más reciente álbum “HD” que en palabras del propio Uwe es un trabajo “espiritual, musical y científico”. Una inspiración visual muy sci-fi mostraba ondas de sonido, ruido blanco y una versión de la cara de ATOM en 3D reclamando el fin del “fascismo del rock & roll”.

Posteriormente, el turno del dúo Diamond Version, una pareja creativa conformada por Olaf Bender (Byetone) y Carsten Nicolai (Alva Noto), fundadores del sello Raster-Noton. Una sesión de ruido y glitch en su máxima expresión con visuales que jugaban con la intensidad de la luz en función de la música. Un delicioso caos digital.

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El Sonar Complex, un pequeño auditorio en las instalaciones del Palau de Congresos permitió congregar a una pequeña audiencia en torno a las dulces melodías del islandés Ólafur Arnalds acompañado de una violinista y una chelista. Ólafur usaba bases electrónicas para interpretar sublimes piezas clásicas. (olafurarnalds.com/)‎

El fin del segundo día e inicio de la primera jornada de noche estuvo a cargo de Kraftwerk y su show 3D. Con gafas incluidas, que se entregaban al ingresar a la Fira Barcelona, el público podía “interactuar” con las visuales, diseñadas especialmente para la ocasión: completabas el Tour de France, te sentías en el medio de una autopista en Autobahn o bailabas con las pildoras que flotaban en el tema Vitamin. Los padres del electro revisaron todo su material e hicieron una selección histórica y reflexiva. Yes, we are the robots … y fueron al Sónar a demostrarlo una vez más.

El resto de la noche aconteció entre las presentaciones de Nicolas Jaar, el nuevo golden boy de la peña barcelonesa, y algunos desatinos como la inclusión de Baauer, autor del tema del fenómeno viral Harlem Shake. La madrugada y los escenarios competían por llevar la frecuencia de los bajos a su más grave expresión.

Mención y especial atención merece el nuevo proyecto de Diplo, Major Lazer. El show contó con visuales coloridas, papelillos, MC’s, bailarinas y una propuesta musical compuesta por mashup de temas, incluídos Suavemente de Elvis Crespo y Smell Like Teen Spirit de Nirvana. Esta suerte de fantasía soundsystem con arraigo latino súper kitsch resultó sorpresa y diversión para los de este lado del charco. Lo latino como tendencia.


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@cherryflins


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