Angustia de los médicos de Emergencia del Iahula
Escrito por Jorge Villet Salas   
Lunes, 22 de Junio de 2009 07:16

Se recibió una llamada. Era otra denuncia acerca de la situación que presenta la Emergencia del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula). Faltan insumos. No hay camas, las camillas son escasas. Este espacio se convirtió en larga estancia. Los baños, el agua destilada no existe, hay que utilizar –una y otra vez- los guantes, llega otro paciente y no hay dónde colocarlo, el área de triaje colapsó…


Se acudió al llamado. Fuimos recibidos por Indira Briceño, jefe del Servicio de Emergencia de Adultos del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes. Iniciamos una visita a los espacios de este servicio. Aquí las conclusiones y las observaciones.

 

No hay insumos

 Briceño precisó, durante el recorrido, cada uno de los problemas que padece la institución hospitalaria más importante de la región. Comenzó diciendo que las protestas que han venido efectuando no son para sabotear ningún proceso, tal como lo dijo el Gobernador del estado Mérida, “realmente la Emergencia de Adultos fue dotada de equipos de alto costo, en años anteriores, pero estos equipos no han recibido ni el mantenimiento preventivo ni correctivo, y hoy día, por ejemplo, los ventiladores mecánicos que le dan el soporte de vida a los pacientes críticamente enfermos se encuentran descalibrados y acá (señalando los ventiladores en mal estado) en este depósito vemos cuatro de ellos totalmente inoperativos, los cuales fueron necesarios –el fin  de semana del sábado 13- para salvar cuatro vidas de cuatro merideños que, posteriormente, fallecieron”.

Seguimos caminando, se volvió a detener la Jefe del Servicio de Emergencia de Adultos del Iahula, “en la sala de trauma – shock estamos aspirando con agua mineral, aún no hemos sido surtidos de agua destilada”, a pesar que hubo una declaración de haber recibido un container con insumos provenientes del Ministerio del Poder Popular para la Salud, pero dicho insumos –a la fecha- no habían llegado a la Emergencia.

Más adelante, indicó Briceño, en el área donde se hace la esterilización del material, “ustedes pueden constatar que no hay equipos de esterilización, sino estos potes donde se coloca el gerdex para tratar de esterilizar las tubuladuras de los ventiladores mecánicos, los cuales, generalmente, una vez usados deberían ser descartables, pero nosotros le damos reuso”, agregó que también se le da reuso a las tubuladuras, y se recibió una comunicación, escrita, del Director de la institución donde se tenían que reusar los guantes estériles.

Desde el pasado viernes 12 hasta el finales de la semana pasada la Emergencia del Iahula carecía de Cloruro de Potasio, el cual condicionó el fallecimiento de cuatro pacientes, el fin de semana del 13, por parada cardíaca, pues tenían hipocalemia severa y los familiares no contaban con los recursos para la compra del medicamento, el cual oscila entre 90 y 120 bolívares.

Otro de los insumos que carecen en la Emergencia del Iahula es de Imipenen, por lo cual tuvieron que llamar al Director del hospital del Instituto Venezolano del Seguro Social, Ramón Nieves, quien donó las ampollas para uno de los pacientes existentes en el área de trauma – shock.

La deficiencia en el mantenimiento preventivo y correctivo se pudo observar en el área de estabilización. “Vemos un monitor que no posee el brazalete necesario para tomar la presión arterial. Este insumo se ha venido solicitando desde el pasado mes de enero y es la situación regular de la mayoría de los monitores”, a la fecha no se ha recibido respuesta alguna.

Otro de los aspectos observados durante el recorrido es la deficiencia en las tomas de oxígeno y aire comprimido, “éstas tampoco han recibido el mantenimiento y algunas de ellas ni siquiera dan succión para aspirar a los pacientes, esto trae como consecuencia el uso de aspiradores portátiles a pesar de la gran inversión efectuada”, dijo Indira Briceño.

Uno de los hechos observados, más desoladores, es la situación que viven en el área de triaje, “como se puede ver hay un hacinamiento de pacientes y falta aún la remodelación, la III etapa. Aquí no hay toma de oxígenos, no hay personal suficiente, sólo una  enfermera, lo que evidencia la falta de personal en el servicio”.

Fuimos a la observación de mujeres, “ahí ahora funciona el área de aislamiento para pacientes que contraigan el virus AH1N1”.

Las cosas son así. No las contaron sino que las vimos y somos testigos de todo cuanto pasa en el Servicio de Emergencia del HULA. Una primera conclusión es la inexistencia de insumos para poder brindar un servicio de calidad a los pacientes que acuden, desde todo los espacios circunvecinos, a este centro asistencial considerado uno de los mejores del país.


Enfermeras

Josefa Rodríguez es supervisora de enfermeras del área de Emergencia. Acudimos a ella para conocer la realidad de este recurso humano. Fue clara y nos dijo: “tenemos una cantidad de personal de enfermería que cubre las emergencias, pero… pero que es insuficiente ante la gran demanda de usuarios y cada día es mayor. El personal de enfermería es insuficiente ante la gran demanda”.

Más adelante, dijo Rodríguez que en la Emergencia del Iahula hay 96 enfermeras, en los turnos nocturnos hay 15 por turno, sin embargo, acotó que hay déficit por los reposos eventuales, permiso por estudio y debería contarse con 204 enfermeras.

¿Cómo funciona la Emergencia del Iahula?

 Los pacientes llegan y, dependiendo de la patología que tengan, si son estables entran al área de triaje, si está críticamente enfermo va directo al área de estabilización. En este último caso, si requiere quirófano, en caso de ser fin de semana, tiene que anotarse en una larga lista de pacientes, porque queda funcionando un solo quirófano de emergencia.

Pero hay otras variables que intervienen, por ejemplo, si llega un niño, el adulto tiene que esperarse hasta que se resuelva la patología quirúrgica del paciente pediátrico, indistintamente del requerimiento quirúrgico que posea el paciente adulto.

Una vez resuelta la complicada regla de tres anterior, el paciente va al quirófano y retorna a la emergencia por la deficiencia de camas en cuidados intermedios. Aparte de esto, para nadie es un secreto que la Unidad de Terapia Intensiva del Iahula no ha sido dotada ni remodelada y sigue con las ocho camas con las cuales fue abierta en el año 1970.

Es importante destacar que si se descompensa un paciente en cuidados intermedios baja a Emergencia, o si sucede igual en obstetricia, también va a la Emergencia y si sucede lo mismo en UCI baja a Emergencia y esto genera un colapso, tanto externo como interno.

A lo anterior se debe sumar que todos los demás hospitales refieren al Iahula, desde el jueves hasta el lunes, todos sus pacientes, y llegan a haber hasta 130 pacientes durante esos días.

Finalmente, se debe dar a conocer algunas cifras: la emergencia fue condicionada para recibir a 60 pacientes y llegan a estar en sus espacios hasta 130; deben haber 30 médicos internos de rotación y hay sólo 8 especialistas; hace falta 212 enfermeras y los fines de semana sólo queda una enfermera en el áreas de trauma shock.

 

Fuente: Cambio de Siglo (Mérida)


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