Algo legal es aquello que está permitido por la ley, es decir, por un conjunto de normas establecidas por una autoridad competente.

Es un concepto formal que se basa en cumplir con las reglas y regulaciones establecidas.

Algo legítimo va más allá de lo legal y se refiere a lo que es moralmente correcto y justo. Es una noción más amplia que puede incluir consideraciones éticas, culturales y sociales.

Desde el punto de vista ético, lo legítimo puede ser considerado más importante que lo legal. Esto se debe a que la legitimidad abarca valores y principios que promueven el bien común y el respeto por los derechos y la dignidad de las personas. Una acción puede ser legal pero no legítima, aunque cumpla con las leyes, al no respetar estos principios éticos fundamentales.

San Agustín decía “Lex iniusta non est lex”, es decir una ley que es injusta, sigue siendo injusta, ¡aunque sea ley! Principio que se ha mantenido en el pensamiento filosófico de la humanidad, a través —entre otros—, de Santo Tomás de Aquino, de Martin Luther King y de Mohandas Karamchand Gandhi este último, fue quien dijo que “cuando una ley es injusta, lo correcto es ¡desobedecer!”