De la escenografía y los escenarios políticos |
Escrito por Luis Barragán | X: @luisbarraganj |
Lunes, 10 de Julio de 2023 00:41 |
"Pero el ´cogito interruptus´es típico también de aquel que, en lugar de símbolos, percibe un mundo lleno de presagios: signos ciertos de algo que no está en ninguna parte, pero que tarde o temprano sucederá." Umberto Eco (*)
Alguien comentó en una oportunidad que la crisis política es, en propiedad, la del lenguaje político. Nos atreveríamos a aseverar que, en Venezuela, ha perdido su viejo brillo, el filo de una tradición que fue muy rica en Venezuela, incluyendo el planteamiento de futuros alternativos para el país. Al comentario, la narrativa, o la discursividad política, le ha asestado un duro golpe la simplicidad, el maniqueísmo y la desvergüenza de un régimen que sólo rinde culto a la fórmula de amigo y enemigo. Nada extraña que la perspectiva la haya impuesto desde el propio ejercicio del poder, un militar que no pasó por un curso de Estado Mayor, como Chávez Frías. Los avances extraordinarios que hizo el país en el siglo XX, contrastando con más de 150 años de guerras civiles y otras escaramuzas, se debió también a la modernización de la vida política y, por muy apasionados y agresivos que fuesen sus actores, siempre procuraron mantenerse y legitimarse en los senderos de la razón, la sensatez, la ilustración. Quizá, por ello, la irrupción de los partidos innovadores, movilizadores de la vida ciudadana, se dio al mismo tiempo que representaron y desarrollaron sendos espacios ideológicos y doctrinarios. Partidos que nacieron al compás de la intensa deliberación que los caracterizó, por lo menos, respecto a los que se convirtieron en un fenómeno histórico, dentro o fuera del poder. Y, a pesar de las limitaciones autoritarias de entonces, respondían a una mínima dinámica de la opinión pública. Por variados y contradictorios que fuesen, se integraban a una discusión pública también obligado a hacer conjeturas sobre los posibles escenarios en el curso de los acontecimientos. Discrepaban o coincidían, se aliaban o separaban ante la coyuntura, pero procuraban pronosticar, adelantarse, prevenirse, ante las probables opciones y situaciones planteadas, menudas o grandes, ponderándolas y compartiéndolas. Por ejemplo, parar o proseguir con las concesiones petroleras. Numerosas son las columnas de opinión en la que una atenta dirigencia política, incluyendo la participación de los profesionales del área en algunas ocasiones, polemizaban en torno al diagnóstico de un determinado problema y las posibles consecuencias de las medidas propuestas y adoptadas. Luce demasiado lógico, el asunto igualmente concernía a la naturaleza misma del régimen y el modelo económico otrora prevalecientes. Sobre todo, en relación a la superación del feudalismo, la existencia del capitalismo y los diferentes desenlaces de sus crisis. Hoy, extrañamos no sólo el empleo mismo del lenguaje para reconocer y reconocerse en una realidad atroz, sino la polémica que derive en planteamientos alternativos, en el esfuerzo de prever otros escenarios probables, faceta ésta en la que ya no importa la razón. Asistimos a un triple fenómeno en pugna por una definitiva escenografía (grisácea, como todos los rincones de la ciudad capital), una determinada estética de la palabra pública: la aceptación de la versión que el régimen impone sobre las personas, el mundo y las cosas; peor todavía, la alegación de sendos prejuicios personales, el pensamiento mágico-religioso, o el más vulgar gesto de superstición; y, el colmo de todo, guardar un cómplice silencio, privilegiada Posiblemente, el asunto se da porque es escasa la deliberación en Venezuela, creyendo por tal el predominio desleal de una versión, en lugar a la aproximación de una en común fruto del rico y libérrimo intercambio de ideas. Por ello, me parece importante no atajar, frustrar, o tergiversar la discusión respecto a las primarias y sus probables resultados, añadida la injerencia gubernamental, procesando políticamente un problema grave y decisivo a través de los partidos, las organizaciones de la sociedad civil, y, fundamentalmente, la opinión pública que se manifiesta por los medios convencionales, las redes digitales y la transmisión oral. (*): “Apocalípticos e integrados”, Editorial Lumen, Madrid, 1984: 384.
|
Luces navideñas… pero con precaucionesLas festividades decembrinas son sinónimo de alegría, unión familiar y, por supuesto, de hermosas decoraciones luminosas. |
¡Hatillín! El personaje que fomentará valoresCon la llegada de la Navidad el alcalde de El Hatillo, Elías Sayegh, presentó a Hatilín, el nuevo personaje del municipio. |
Benigno Alarcón: "el liderazgo opositor sigue en pie y las expectativas también"El rector de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Arturo Peraza Celis S.J., sostuvo en el encuentro Prospectiva Venezuela-2025 Semestre I, |
Empleados de Movistar donan juguetes a niños de Aldeas Infantiles de Petare, Hogares Bambi y FundhaiMovistar, a través de su brazo social Fundación Telefónica Movistar, recolectó entre sus trabajadores más de 800 juguetes nuevos para niños |
16 años transformando marcas: robin AgencyDesde hace unos años, la publicidad en Venezuela ha vuelto a tomar impulso gracias a que las grandes empresas han comenzado a invertir nuevamente |
Iniciando los encuentros en BancaComenzamos el espacio para prepararnos al año 2025, en él viajaremos hacia algunos conceptos de la banca ambigüa |
Patrimonialismo y sancionesBiden al llegar al gobierno en el 2021, una de sus primeras acciones fue dar licencias de comercio a Venezuela. |
Poder para el bien comúnEl Estado de Derecho, dicho brevemente es un orden que garantiza la libertad y los derechos de todos y de cada uno. |
Falso heroísmoSe ha escrito muchísimo sobre el heroísmo. |
¿Justicia para los vecinos?Se ha creado una expectativa en el movimiento vecinal por la reciente aprobación de una nueva Ley Orgánica de la Jurisdicción Especial de la Justicia de Paz Comunal (2024)[1] |
Siganos en