La historia nos señala. Y en estos momentos aciagos que vive el país hay que dar una respuesta. No queda en estos instantes la menor duda de que el gobierno se quitó la careta. Y se desnudó. Cada actuación, desde el cierre de la empresa televisiva más antigua del país hasta la arremetida contra la sociedad civil que ha salido a mostrar su descontento, deja ver cómo perdió el talante democrático. Definitivamente esta es una autocracia. El hecho de tratar de resolverlo todo con elecciones no es un buen indicativo. O mejor dicho no significa nada más sino que esta es una “dictadura constitucional”. Si no miremos hacia un lugar en particular del Caribe.

En 1968 los jóvenes franceses le dieron una lección al mundo. Hoy en Venezuela la rebelión de los estudiantes esta en marcha. Demostrando que Venezuela es un país inflamable. Pero que no se lo van a entregar a las huestes fascistas que dieron muerte a unos compañeros por el simple hecho de creer en la libertad y en la democracia. Es lamentable que se quiera dividir al movimiento estudiantil. O se lo quiera colocar en el mismo saco de gatos en el que ha metido el gobierno al pueblo. Logrando con engaños dividirlo en chavistas y no chavistas. Estoy convencido que la razón se impondrá una vez más a la barbarie.

Estamos llamados a desarrollar una visión de país. Sin parcelas económicas o políticas. Y lejos de los intereses personales. En estos instantes es lamentable que se piense en las elecciones de septiembre. Y que los partidos y sus dirigentes estén pendientes o creyendo que al inquilino de Miraflores se lo saca con votos. Pienso que ya no se le puede seguir el juego electorero en el que nos ha inmerso durante estos diez años. La crisis de ingobernabilidad nos indica que hay que cambiar de rumbo. Pero también de estrategia. Esa es la lectura que nos quieren dar a entender los estudiantes. Y ese es el camino.

Y que no se piense que con esto se esta siendo guarimbero. O que se esta incitando a la violencia. Porque el único que ha actuado de esta manera ha sido el señor presidente. Para muestra un botón. Aquí la única salida es reactivar el modelo para armar del 350 que como lo he dicho en otras oportunidades es la única arma con la que cuenta el bravo pueblo venezolano para resolver todo lo que atente contra sus intereses. Y el mayor de todos es la democracia. De ser cierto el eco que ha provocado la renuncia del vicepresidente de que se quiere promover a unos oficiales cubanos para insertarlos o asimilarlos en las filas de las fuerzas armadas venezolanas esto tendría que ser motivo mas que suficiente para validar la acusación de traición a la patria.

Desde el punto de vista geopolítico y estratégico, ningún país permitiría esto. No sólo porque es contrario al espíritu de identidad. Sino porque es un atentado contra la seguridad y defensa del Estado. Dado que se estaría vulnerando la soberanía nacional. Estoy seguro que en los cuarteles están sonando los sables como suenan las consignas de libertad de los estudiantes en las calles y avenidas de Venezuela. Es tiempo de construir una nueva Venezuela. Y entender que si puede tener el país que todos queremos y merecemos. Pero para ello se requiere de la participación de todo el pueblo como una mayoría popular.

(*): Politólogo y Magíster en Ciencias Políticas

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