Pocas veces los acontecimientos de un mes, usualmente tranquilo, explican en forma tan cruda y precisa las consecuencias del pasado y anticipan el futuro cercano. El racionamiento eléctrico, forzado por las graves limitaciones de la planificación

chavista del siglo XXI en la generación termoeléctrica, se inició con criterio "anti-capitalista" y llevó a discriminar los centros comerciales, con impacto adverso sobre el comercio, servicios y los empleos. La devaluación del bolívar en 100% no pudo ser justificada como "ajuste" de la tasa de cambio, sino como resultado de la inflación acumulada y tendrá a su vez impacto sobre los precios y la recesión. El racionamiento eléctrico replanteado como cortes rotativos en Caracas no pudo ser ejecutado sin serios problemas. La ventaja inicial de la planificación central del socialismo-marxista del siglo XX no existe en la versión chavista. Han llegado los perjuicios usuales de los mercados negros, corrupción, escasez de bienes y fuga de talento.

En forma similar, hay indicios que pronto el país sentirá las consecuencias de serias fallas en el suministro de gas doméstico e industrial y, en el mediano plazo, de la mal mantenida plataforma tecnológica de Cantv. La falta de capacidad administrativa y técnica para hacer mantenimiento -consecuencia de pedir lealtad clientelar y hacer discriminación política- y la sistemática corrupción cívico-militar, llevan a que el incipiente socialismo chavista tenga un fracaso precoz. El costo del kilovatio de la central Uribante-Caparo y el kilómetro de asfalto de la Autopista de Oriente, por sólo mencionar dos obras sin terminar, es insuperable en el mundo. El presidente Hugo Chávez imbuido en su sueño de una mezcla de ideas de Bolívar y Marx, presunta inspiración de una epopeya de derroche petrolero, ha sido indiferente ante el rápido proceso de deterioro de la economía y del Estado.

Los seguidores se dieron cuenta que los delirios y ambiciones del jefe en el plano mundial, no lo detendría en detalles éticos o de buena gestión administrativa. Se volvió usual postergar la ejecución de las obras públicas o pagos de servicios, para antes exprimir las comisiones por los fondos gubernamentales concentrados en algunos bancos privados. Así llegamos a enero 2010 y a las nuevas excusas que sacaron del aire a RCTV, pues la propaganda oficial ya tiene aún más serios problemas de credibilidad.

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