Desde hace seis meses, el director del Hospital Universitario de Caracas no ha podido entrevistarse con el ministro de Salud para informarle la grave crisis financiera que vive el HUC; tampoco lo ha podido hacer el representante del ministro en el consejo directivo de dicho centro. Estas situaciones son inentendibles para cualquiera medianamente sensato. ¿Para qué se designa un director, si no se le va a prestar ninguna atención y se le deja solo? ¿Para qué se nombra a un representante si no se le dan directrices ni se escuchan sus informaciones y planteamientos?

El HUC, además, tiene seis meses sin recibir del Ministerio de Salud los recursos financieros que requiere para su funcionamiento. Esto conduce a una situación de desabastecimiento que yugula sus posibilidades de atender a la población que toca sus puertas y, más temprano que tarde, lo llevará a la paralización. ¿Para quién trabaja el ministro de Salud? Para el país no es, y parecería que para el gobierno de Chávez tampoco.

El proyecto de modificación de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación elimina el Observatorio Nacional de Ciencia y Tecnología, lo que claramente significa que los diputados no saben absolutamente nada de las funciones de una estructura como ésta. Por lo visto, no necesitamos tener estadísticas de absolutamente nada ni conocer las necesidades del sector ni las de la nación venezolana para planificar la acción de gobierno en ciencia y tecnología. Basta, aparentemente, con la iluminación divina que se reciba.

El proyecto de modificación de la Locti elimina la contribución de Pdvsa, por lo que Rafael Ramírez se salió con la suya. La empresa petrolera continuará con su muy patriótica labor de adquirir toda la ciencia y tecnología que consuma, así como todos los servicios de consultoría que necesite, en el exterior. Favorecerá a los laboratorios de investigación de los países desarrollados, como viene haciendo religiosamente desde la Cuarta República. Las supuestas diferencias entre la Pdvsa de Ramírez y la de Giusti no existen en absoluto en relación con las actividades que realizan y los intereses que defienden, sólo que la de Ramírez se define como roja rojita, lo cual no sabemos qué realmente significa, más allá de un decir.

(*): Ex rector de la UCV