La crisis de decadencia es una manifestación objetiva y comprobable dentro de los indicadores de nuestra realidad, ante tal situación, la responsabilidad política de hoy, a mi entender, recae sobre todos los que tenemos sentimientos democráticos El optimismo le permite al hombre llevar la cabeza en alto, reclamar el futuro para sí y no cedérselo al enemigo.
Dietrich Bonhoeffer

Es difícil proponer alguna reflexión optimista en estos días, sin caer en frases gastadas, es difícil encontrar las palabras adecuadas y originales, trataré de ser lo más objetivo posible ante el avatar que nos corresponde vivir en el año que recién comienza. 2010 será el año del desenfreno de la ambición y la codicia política, vicios políticos que se exhiben como si fuera una virtud, el comandante no ha entendido que el codicioso de poder es tan rechazado como un delincuente común. La democracia difícilmente puede florecer en sociedades donde el poder político, social y económico se concentra y centraliza progresivamente.

La crisis de decadencia se manifiesta en un hecho cierto: el Presidente Chávez ya no representa al pueblo ni al país. No tiene ninguna intención de hacer de su gobierno algo bueno para el desarrollo sustentable y el diálogo constructivo, no representa ninguna esperanza, es un "Tigre de Papel" que pretende alargar su agonía gubernamental, levantando podridas y vetustas banderas populistas, dentro de un pragmatismo político sin otro ideal que su soberbia ambición de poder, ya no tiene nada nuevo que ofrecer, sólo trata de adormecer mediáticamente a las masas en pro de sus propios intereses y los de su devastadora y corrupta facción. Se muestra arrogante y chantajista en defensa de su "robolución" y en ocultamiento de la crisis general que nos carcome, en la cual sólo se beneficia el clan chupasangre, interno y externo, de sus reptantes logreros. En fin, el gobierno sólo busca subsistir electoralmente, ya pocos amigos le quedan al Comandante dentro y fuera del país y eso lo desespera.

La crisis de decadencia es una manifestación objetiva y comprobable dentro de los indicadores de nuestra realidad, ante tal situación, la responsabilidad política de hoy, a mi entender, recae sobre todos los que tenemos sentimientos democráticos y luchamos por rescatar nuestro país de las garras del decadente y su vacío doctrinario y programático que lo ha ido llenando con el accionar pragmático y corrupto del cuerpo movidas por sus intereses económicos particulares que ha hecho del oficialismo una simple máquina electoral manejada por indignos personajes que han permitido aferrarse al poder y sobrevivir en la escena nacional al servicio exclusivo de la codicia, en su más amplia expresión. La crisis de decadencia hará estragos en 2010 cuando se llegue a la decadencia absoluta con una aberrante anarquía, vacío de poder y violencia sin límites.

La crisis de decadencia política que vivimos, es el resultado de la degeneración de las instituciones fundamentales del país, pero los venezolanos apostamos a la esperanza de salir de esa decadente crisis para retomar el desarrollo sustentable que conlleve a la gobernabilidad, a la democracia; tenemos derecho a abrir otro horizonte para ejercer la política y ese será la AN, si se proponen los nuevos liderazgos, la necesaria unidad se logra demostrando desprendimiento personal, capacidad efectiva de adhesión y motivación a la ciudadanía, credibilidad y confianza, evitando la incertidumbre, la mezquindad y la hipocresía.

Es lamentable observar cómo los trepadores que alcanzan el "éxito" político son adorados como si fueran dioses. Los Duces, Fühers, Castros, Morales, Ortegas, Correas, Los Comandantes, etc., dejarán de ser una plaga para el mundo, cuando la mayoría considere a tales aventureros en el mismo plano que hoy se coloca a los delincuentes de peor calaña, mientras los hombres les veneren, subsistirán y nos harán desgraciados. La ambición política suele hacer traidores. "Bien sabido es que la ambición tanto puede volar como arrastrarse". E. Burke. "La ambición es el último refugio del fracaso". Oscar Wilde. Recordemos: para trepar se adopta la misma postura que para arrastrarse.

A pesar de nuestros defectos, de nuestros errores, de nuestras fallas, de nuestras deficiencias, de las mezquindades y de todo el peso de nuestro ser falible de hombres, parodiando el pensamiento inicial diré que el valor y el optimismo del venezolano nos permitirá llevar la cabeza en alto, reclamar nuestro futuro, demostrar quiénes somos los dueños del país para no cedérselo al enemigo. Nos impondremos sobre la decadencia. El optimismo y la fuerza social serán la salvación del país. La agonía es larga pero la muerte es segura.

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OyN/El Carabobeño