Chavez quiere ahora eliminar las policías regionales y municipales, como si a estas alturas no supiéramos lo ineficiente que se torna alguna institución, una vez caída en la mano de los Hunos, como ejemplos tenemos, la Electricidad estatizada, por la neoliberal práctica de las O.P.A (oferta pública de acciones), que convirtió a las velas en producto de primera necesidad en el país; otro es el de las tierras "ociosas" que cuando estaban en manos de sus dueños casi autoabastecian el mercado interno y ahora debemos importar el 70% de lo que comemos.

El problema de la inseguridad es tan grave, que ha ubicado a Venezuela como uno de los países más violentos del mundo, el número de homicidios es mayor al de países con conflictos bélicos; aunado al hecho de que la impunidad es producto de que sólo se castiga al 3% de los delitos, es decir de cada 100 de los crímenes cometidos, sólo 3 de ellos reciben el castigo que merecen.

Así que nuevamente debo ilustrar a los flamantes diputados (as) de la Asamblea Nacional, que el Artículo 187° de la CRBV, les confiere funciones para controlar al Gobierno y la Administración Pública Nacional, para “Velar por los intereses y autonomía de los Estados”, en este caso, la seguridad de los bienes y personas en el territorio de la república, son de interés público, y la centralización de la función policial, es un contrasentido, que no contribuye a mejorar el problema, sino que por el contrario aleja la solución a las víctimas de la industria más próspera en la década de "la era de Atila": la industria del crimen; tanto es así, que el lunes intervinieron a puerta cerrada 4 de los bancos adquiridos por la boliburguesia mafiosa, y el gobierno que fue permisivo para generar esta casta de malandros de cuello rojo, sólo garantizará depósitos que no excedan los 10 mil BsF; esto es como si quisieran, recuperar  cobrandole a las víctimas, parte de la comisión que se llevaron sus pillos.

Es tiempo de poner orden ante tanta anarquía, es momento de exigir las responsabilidades ante el saqueo de los reales del pueblo, no se trata de castigar a un miembro de una banda rival, deben caer todos los responsables, en Venezuela no se puede ayudar a sus muchos pobres, atacando a sus pocos ricos, pero no es construyendo una nueva oligarquía mafiosa como se resolverán los problemas que se le han escapado de las manos a un gobierno, que no tiene respuestas que ofrecer, sólo las amenazas en un discurso desencajado.  


(*): Vicepresidente Organización Un Nuevo Tiempo Anzoátegui
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