Maqueta del delito
Escrito por Antonio Urdaneta Aguirre   
Lunes, 16 de Noviembre de 2009 06:54

altSi hay algo que se ha desarrollado “exitosamente” en Venezuela es el delito. Hurtos, robos, secuestros y homicidios constituyen en la actualidad el santo y seña de un país en crisis terminal. Y lo que es peor, la conducta y la acción criminal lucen, en este tiempo, como el rasgo apocalíptico que le faltaba a la imagen tercermundista que, en forma acelerada, empieza a configurarse en la sociedad venezolana. Si hacemos un esfuerzo retrospectivo, incluso sin ahondar demasiado en el asunto, tendremos a la vista un panorama aterrador, al percibir en su exacta dimensión cómo la delincuencia, en todas las formas posibles, ha extendido sus tentáculos a lo largo y ancho del territorio nacional. La situación es extremadamente grave, porque la tasa de impunidad -si es que esta terminología es apropiada- es lo único que puede apreciarse con precisión: relativamente ningún crimen es castigado.

Los resultados parecen más asombrosos todavía: todo hace pensar que la única siembra que ha prosperado en los últimos años es el crimen. Y que dicha siembra puede ser una combinación macabra de las dos formas más eficaces de estimular conductas delictuales: por inducción y por imitación. Desde esta perspectiva pensamos que alguien, por más depravado que sea, tenga la ocurrencia de inducir directamente el delito. Descartada esta posibilidad, aunque tampoco podría prescindirse de la vía de la inducción indirecta, lo que salta a la vista -o al entendimiento normal- es que el incremento de la cultura delictual es un problema de imitación.

En un país donde el discurso de sus principales líderes, los que mayor influencia ejercen sobre la vida de la sociedad, incite al odio, a la vergüenza, a la agresión, a la descalificación del otro y a la falta de respeto a personas e instituciones -incluso internacionales-, lo menos que logran es modelar mentes y corazones débiles. Sin lugar a dudas, la proliferación del delito en Venezuela encuentra buen caldo de cultivo en la estridencia verbal y rencorosa de quienes, por sus altos rangos de responsabilidad republicana, modelan con su comportamiento la conducta del resto de la sociedad. ¡Toda la desgracia que ha caído sobre Venezuela tiene su origen en la verborrea violenta que emana de las alturas!

(*): Docente

Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla


blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com