Desde que comenzó el proceso de la Revolución Bonita, la que es pacifica pero tiene armas y quien sabe cuantas otras parábolas absurdas mas se han usado para describirla, he procurado narrar los eventos que acontecen como batallas. No queda ninguna duda que esto es una guerra, una guerra civil que tiene enfrentado la mitad (o menos hoy en día) de la población con la otra mitad. La mitad armada y violenta con la otra mitad que quiere progreso y paz.

En Chacao ayer hubo una batalla. Una batalla donde los habitantes de la zona quieren un mercado y un centro cívico donde puedan desarrollar sus actividades y donde un grupo de “extranjeros invasores” tratan de imponer sus barbarismos solo para demostrar sus fuerzas y superioridad sobre el invadido. Algo así como poner en su sitio a los habitantes de la zona y mostrar a la fuerza quien es que manda.
Ayer salio el Alcalde Grateron con su pueblo a dar comienzo a los trabajos del centro cívico, en el lugar que los invasores han declarado “territorio recuperado para los barrios nuevos”. Estas invasiones que se asemejan tanto a la guerra nueva. Donde se penetran territorios calladamente y se tiene al enemigo como vecino, como un alerta permanente de su condición de dominio. Me recuerda a Irak, y lo que consiguieron los americanos cuando llegaron. La verdadera guerra asimétrica. La que nos ha anunciado tantas veces el Líder de la revolución y que no supimos de qué se trataba ni con que se comía.

Muchas veces tenemos las cosas en las narices y por no haberles puesto nombre no logramos identificarlas e internalizarlas. Ahora la guerra asimétrica tiene nombre. Las invasiones de los territorios recuperados para los “barrios nuevos”

Durante toda la semana hubo tensión. Se había anunciado lo que querían hacer y eso creó una incertidumbre. Podrán? Que arriesgados!. Que Dios los acompañe!. El tweeter en alerta. La gente pendiente….
Cuando llegaron al sitio, salio la Guardia Nacional. Aquella que debe cuidarnos salio a repelerlos una vez más. Como se repelen a los enemigos en el campo de batalla. Cuando vi aquel video solo me provoco decir aquella celebre frase que se adjudica a nuestro Libertador “MALDITO EL SOLDADO QUE DISPARA CONTRA SU PUEBLO”. Dispararon. No balas pero si gas del bueno. Frente a una población que no tenían en la mano ni una china, ni piedras ni palos. Lo que nos muestra el video en la puerta del antiguo mercado parece una escena de una fumigación contra los mosquitos del Dengue. Un humero loco y la gente corriendo.
Pero a diferencia de otros líderes, incluso de la historia, que se quedan en la retaguardia en las principales batallas, el alcalde Grateron estaba al frente de la línea de fuego. Todo un líder que da la cara con valentía y se arriesga con ímpetu con tal de hacer la voluntad del pueblo que lo eligió como su líder. También al frente de la línea de fuego vimos a Antonio Ledezma, solidario con el pueblo de Chacao. Mostrando que no tiene miedo y que estará presente acompañando al que necesite su apoyo en esta guerra compuesta de batallas diarias.

Me molesta que se diga que la oposición no tiene líderes. Ha habido, hay y habrá personas muy valiosas como líderes en la oposición. Personas que han caído en el camino, que se han retirado honrosamente y que sin su colaboración no habríamos resistido hasta el día de hoy.
No  ha sido fácil constituirse en “EL” líder, aquel que sea capaz de ganar la guerra y no simplemente dar la batalla que augura la victoria definitiva.  Sin embargo no tengo duda que de este caldo de cultivo saldrá el que necesitamos en el momento preciso y dará la batalla decisiva. Esa batalla que todos deseamos que ocurra y en la que pocos estamos dispuestos a participar.
Esa batalla decisiva tarde o temprano va a darse sin duda alguna. No sabemos cual será, como no se sabia en todas las guerras cual seria la ultima. Hasta entonces, habrá que seguir dando las pequeñas batallas cotidianas que nos garanticen llegar a la ultima.