Las sociedades construyen sus miedos. Una sociedad es la única que se puede quitar los miedos. Los miedos llegan poco a poco y se instalan en los pueblos como una enfermedad invasiva que penetra y avanza, si las sociedades lo permiten. Cuba ha sido una sociedad invadida por sus miedos, construida sobre ellos y para ellos. No es posible que en este siglo, la humanidad observe lo que observamos en Cuba y permitamos que la opresión de un pueblo, arrodillado ante sus miedos, continúe socavando la esperanza de generaciones de cubanos que ya dejaron de conocer la libertad como un valor. Capas enteras de cubanos han vivido el proceso de mutación de esa sociedad, en los últimos cincuenta años,  en que la educación de juventudes descartó de la genética la noción de libertad. Cuba es como es, porque sus nuevas generaciones no nacieron entre libertades. Cualquier cosa que se oponga al modo de ser de esa sociedad es contra revolucionario y como tal aplastado y maniatado.

La opresión cubana está llegando a su final. Una gran fisura, de la mano de los avances tecnológicos de la comunicación, está generando un “desorden” en Cuba, que terminará por acabar con los miedos de esa sociedad. Cuenten  con eso y más rápido de lo que ustedes esperan. Los cambios en las sociedades son así, crecen como las explosiones, uno se vuelve dos y dos se vuelven cuatro y cuando menos se espera ya llegaron a ocho. Los cambios están viniendo muy rápido y la figura del octogenario ya no despierta tanto temor como solía hacerlo. La apertura cubana vendrá por las buenas, pero también por las malas.

Manifestaciones como las que sucedieron la semana pasada, una caminata por la no violencia, no se daban en la Cuba. Yoani Sanchez, la blogera cubana que le habla al mundo en la red, pasará a la historia como uno de los gérmenes de la revolución que acabará con la “revolución”. Yoani ya es parte de la historia y como tal, se le ha convertido en un problema a los esbirros, que no pueden neutralizar, a los ojos del mundo, a una mujer cuyo pensamiento ya tiene carácter y vocación mundialista. Yoani, entre sus miedos, ha venido perdiendo el respeto a la opresión. La semana pasada, fue secuestrada y agredida en un intento de silenciarla. En menos de un par de horas, la noticia daba la vuelta al mundo. Esta no es la Cuba de hace cincuenta años, que gritaba por los telegramas y cartas que el gobierno dejaba correr. Esta es la Cuba que se escapa por la red cibernética. Los invito a leer el blog de Yoani: www.desdecuba.com/generaciony un gran grito libertario de una mujer con ovarios que libra una batalla electrónica contra la opresión. Así son las gestas de este siglo. Yoani ganará su batalla sin disparar un solo tiro.

Venezuela debe mirarse en ese espejo. Venezuela camina en la dirección de convertirse en una nueva Cuba y esto solo sucederá si la sociedad persiste en vivir sus conveniencias y sus miedos. En Cuba avanza una rebelión indetenible y en Venezuela aparecerán las Yoani, que cambiaran los miedos de esta sociedad antes de que sea tarde. No permitamos que nuestros hijos sean castrados de la libertad que una vez conocimos. Cada hombre y cada mujer en este bello país debe entender el llamado que nos hace nuestra conciencia.