La propaganda sobre esa imposible guerra con Colombia tiene dos objetivos más. Sacar del tablero político a Pérez Vivas como hace en Caracas con Ledezma. No les perdona la paliza dada a sus candidatos en el Táchira y en Caracas.

“El país no puede lanzarse al abismo porque un golpista se nos presente como la salvación. Chávez está jugando con la desesperación de todos”.
(Artículo del autor en el Diario de Caracas, 27/04/1998)

Como quien manda en el país es más un actor mediático que un gobernante tenemos que evitar caer en sus redes. No creemos que la fabricada crisis con Colombia desemboque en una guerra con el hermano país. Mucho menos después que un helicóptero bombardeó un sembradío de yuca al confundirlo con un objetivo militar. La realidad es otra muy diferente.

La situación interna que confronta el autócrata es cada vez peor, desde la inseguridad incontrolable hasta el racionamiento de agua y electricidad para no mencionar muchos más. El desastre de esta revuelta afecta a todos los sectores, los más pobres incluidos. Son tantos los problemas, es tanta la incapacidad y tan poca la voluntad para resolverlos que no le queda otra salida que “pasear” por el país el trapo rojo de Colombia y del imperio para llevar la atención hacia otra parte hablando de soberanía y pregonando que moviliza tropas. Si esto es así —Fidel hacía exactamente lo mismo—los medios tienen que tener mucho cuidado y no caer en esta trampa que la revuelta le pone al país para que en sus espacios se hable menos de la destrucción total de Venezuela y más de la guerra con Colombia que el régimen sabe mejor que nadie no podría nunca ganar. Ahora menos que hace cinco años. Un país debilitado y dividido como este no está en las mejores condiciones para ir a una competencia militar. Juega con ella para que los venezolanos tengan su mente ocupada con la amenaza de Uribe y el Imperio. Fuegos artificiales. Por Dios, hasta cuándo pensará que los herederos del Libertador somos unos idiotas. Dejemos las primeras páginas para la grave situación interna donde lentamente los ciudadanos se están quedando sin derechos y sin pan. Esto sí que es de interés nacional. Dejemos que el actor se divierta sólo con sus fuegos artificiales en la noche oscura de la Patria utilizando medios de comunicación.

La propaganda sobre esa imposible guerra con Colombia tiene dos objetivos más. Sacar del tablero político a Pérez Vivas como hace en Caracas con Ledezma. No les perdona la paliza dada a sus candidatos en el Táchira y en Caracas. Pero mientras más lo intenta mayor proyección política les está dando. Así estará de confundido y desesperado. El otro es adelantar el proceso electoral para diputados sin depurar el REP, sin equilibrar la integración del CNE, sin someter a Referéndum el bando electoral, y que orgánico, donde se elimina la representación proporcional violándose la Constitución sin contar para nada con el consentimiento del Soberano, etc. La guerra con Colombia es el trapo rojo que se roba los titulares en tanto en la oscuridad y el silencio se trabaja para quedarse como sea con la nueva Asamblea. Con votos o sin ellos.

No decimos que se ignore este trapo rojo colombiano y la guerra “verbal” que nos espera pero para no dejar de informar puede hacerse en una página interior con letra pequeña y no inflar ese globo y sumarse a la estrategia distractiva oficial. La primera página o los espacios televisivos de mayor audiencia debieran reservarse para temas de verdadero interés colectivo, como es publicitar la pésima gestión de esta revuelta y sus consecuencias gravísimas para este pueblo noble que las sufre. Son muchas las carencias del venezolano que se ganan en buena lid los titulares de una primera página.

(*): Profesor de Instituciones Políticas de la UCAB