El que una persona este armada es suficiente motivo para que lo tomemos en cuenta. Pregúntele a quien haya sido victima de un atraco con una pistola en el cuello o en la cabeza.  Una  forma cruel de persuasión que nos obliga a obedecerle por encima de nuestros principios.  

Recientemente, nuestro gobierno ha anunciado que esta concretando con  Rusia  una nueva compra de armas por 2.200 millones de dólares (que se suman a los 4.400 de hace tres años).  Se trata de una ”comprita”  de 92 tanques, 300 carros blindados y un número no precisado de misiles antiaéreos y cohetes de gran alcance en momentos en que Colombia concreta y ratifica un acuerdo de cooperación con el gobierno de Estados Unidos para permitir el uso de instalaciones militares por oficiales de ese país. 

El proceso armamentista del gobierno venezolano no es una simple respuesta a la presencia militar de EE.UU en Colombia.  Es una estrategia completa y global para contrarrestar la influencia de la primera potencia mundial en nuestro continente y hacer que Venezuela aparezca  como referencia de un nuevo orden internacional, donde las armas y la fuerza  serian los pilares fundamentales.  Las recientes visitas de Chavez a Muammar Gaddafi en Libia y a Mahmoud Ahmadinejad en Irán (un par de angelitos de la caridad) dan cuenta de todo un ajedrez geopolítico mundial donde nuestro país es una pieza clave para mantener en una permanente zozobra al rey imperialista.

Lo preocupante es que además de Venezuela, Brasil no quiere quedarse atrás.  El presidente Lula Da Silva anunció también que su país se preparaba para convertirse en una potencia militar, porque ya lo es desde el punto de vista económico. Su alianza en este caso, seria con Francia, país que seria su principal proveedor de armamentos. Lula ha demostrado ser un hábil y sensible vecino de Chávez. Lo protege en algunos temas políticos, lo critica cuando le conviene, lo asesora o apoya cuando desea protagonismo y compite cuando siente una amenaza. El gigante y discreto Brasil no pasara desapercibido en esta carrera armamentista.

Definitivamente, nos ha tocado vivir una nueva era.  El resurgimiento de los polos de influencia  internacional donde el principal flanco de ataque  es el gobierno y la sociedad norteamericana y los  polos adversos son los países aliados a Irán, con Venezuela y su revolución como principal instrumento de apoyo.  Los ciudadanos de a pie, con sus problemas, carencias y necesidades estamos en medio de esta disputa armamentista, rogando que no salgamos heridos con esos tiritos al aire.