El reventón
Escrito por Eddie A. Ramirez S.   
Martes, 17 de Noviembre de 2009 06:55

altEl reventón petrolero más famoso fue el del pozo Barroso II en 1922, el cual derramó 100.000 barriles diarios antes de ser controlado al cabo de nueve días. Desde esa fecha quedamos signados como país petrolero, y tres años más tarde sus exportaciones superaron a las tradicionales de café y cacao. Con una velocidad nunca vista, pasamos de ser un país rural a uno urbano. Desde entonces el Estado ha dispuesto de grandes recursos y el petróleo ha aportado alrededor de un 50% de los ingresos fiscales y más del 90% de los ingresos de divisas. 

Hace 73 años Uslar Pietri mencionó la necesidad de sembrar el petróleo, es decir invertir los ingresos obtenidos para diversificar nuestra economía, discurso repetido por todos nuestros presidentes. Paradójicamente, los venezolanos poco nos hemos preocupado por entender a la industria petrolera, ni por hacerle un seguimiento a los resultados técnicos y financieros. Tampoco hemos sido críticos sobre la "siembra" de ese petróleo, permitiendo que los gobernantes, con las excepciones del caso, invirtieran en actividades no competitivas y crearan innumerables empresas estatales.



La actividad petrolera cambió al país, promoviendo crecimiento económico y estableciendo un modelo gerencial. Los campos petroleros señalaron un modelo de calidad de vida, con viviendas, escuelas, hospitales, becas y campos de deportes. Nuestro primer medallista olímpico, Devonish, era un trabajador petrolero. En 1944 las empresas firmaron el primer contrato colectivo de trabajo, el cual se respetó cabalmente hasta la llegada del destructor rojo-rojito. 

Los ingresos petroleros aportaron recursos financieros, que bien manejados por Gabaldón, Berti y otros permitieron la erradicación del paludismo. Las ciudades se modernizaron y se construyeron vías de comunicación, hospitales y represas. Lamentablemente, por culpa de los gobernantes, se produjeron desajustes en la economía, con un bolívar sobrevaluado. También se produjeron diferencias odiosas entre "los del campo petrolero" y los de fuera del campo. La mala administración de los recursos no permitió un desarrollo sustentable, ni la disminución de la pobreza.

Entre la sociedad venezolana y el petróleo se produjo una relación amor-odio, como mencionó alguien. 

La Ley de Hidrocarburos de 1943 decretada por Medina y el aumento de impuestos decretado por Betancourt para llegar a un 50%, constituyen hitos importantes. Gradualmente otros gobiernos aumentaron los impuestos y en 1976 Carlos Andrés Pérez estatizó a la industria petrolera. En ese entonces, solo laboraban en la industria 200 extranjeros. Estos acontecimientos y muchos más están consignados en el excelente documental de Cinesa, dirigido por Carlos Oteyza, y con patrocinio de varias empresas, entre ellas Otepi, titulado El Reventó II, que abarca el período 1944-1975 y es continuación de El Reventón I.

Al felicitar a quienes llevaron a cabo esta invalorable iniciativa, invitamos a los venezolanos a iniciar un gran debate sobre el presente y futuro de nuestra principal industria. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!



 Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla


blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com