El tamaño del país
Escrito por Francisco Gámez Arcaya   
Lunes, 14 de Mayo de 2012 20:12

altMientras redactaba sus memorias, Gabriel García Márquez recordaba un hecho trascendental para su vida de escritor ocurrido durante su temprana infancia. Su abuelo, el coronel Nicolás Márquez Mejías, le regaló un diccionario y le dijo a su pequeño nieto en tono cómplice y confidencial: “este libro no solo lo sabe todo, sino es el único que nunca se equivoca”. Palpando el grosor del libro, descubriendo su inusual peso e intrigado por las palabras del abuelo, el niño atinó a preguntarle cuántas palabras tenía aquel libro, a lo que el abuelo contestó con igual entonación: “todas”. Jamás imaginaría el coronel Márquez que su nieto ganaría, muchos años después, el Premio Nobel de Literatura.

Hace casi treinta años, Arturo Uslar Pietri escribía un artículo titulado “El Tamaño del Mundo”. En él, el Dr. Uslar afirmaba que las fronteras del lenguaje significaban forzosamente las fronteras del mundo de cada quien. Observaba entonces que frente a la inmensidad del mundo del conocimiento, es desproporcionada la pequeña capacidad de expresión de los seres humanos, siendo la mayor fuerza limitante el reducido tamaño del vocabulario. Con esta idea central, el Dr. Uslar concluía que la educación debía enfocarse en una enseñanza eficiente del leguaje vivo, tanto hablado como escrito, para que con cada palabra nueva, se aumentara el tamaño del mundo de cada hombre.

Hoy por hoy, las redes sociales difunden lo escrito y lo audiovisual con inverosímil inmediatez. Tal democratización nos convierte en receptores de obras muy distintas a aquellas que pasaban por el riguroso filtro del comité editorial, la impresión, el empastado y la distribución. Ahora cualquiera puede tener igual o mayor exposición pública de sus creaciones con la centésima parte del esfuerzo. Sin embargo, la distribución masiva de información hace resaltar muchas veces las carencias de lenguaje de algunos de sus creadores y protagonistas. De esa forma se hace más patente como el lenguaje hablado es cada vez más pobre y el escrito es cada vez más inexistente, salvo por los famosos ciento cuarenta caracteres de Twitter.

Por esa razón, se hace más revelador el deseo del viejo coronel Márquez por el conocimiento de su nieto, que tan grandiosos resultados dio; o la exhortación del Dr. Uslar con respecto a la educación para el lenguaje. No hay forma de agrandar el tamaño del país, del mundo de sus ciudadanos, si la educación no se avoca decididamente a ampliar el vocabulario de los alumnos. Si queremos un país grande, debemos estimular la sed por el conocimiento, más que proporcionar conceptos; debemos mostrar la belleza de la expresión escrita, más que enseñar reglas gramaticales; debemos exhibir la calidad, más que intentar explicar cómo llegar a ella; debemos suscitar la curiosidad por los libros, más que limitarnos a incluirlos en las frías listas de útiles escolares. Cuando padres, maestros y alumnos asumamos estas banderas, el tamaño del país crecerá exponencialmente.

@GamezArcaya


blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com