Retardar las elecciones primarias, amenazar bravuconamente a gobernadores con opción para que no tengan la opción de postularse a la presidencia y mostrar a la MUD como un bloque débil, sin recursos ante el potente Hugo Chávez parecieran estrategias de un laboratorio  situacional chavista-cubano,

pero no, esa metralleta de aseveraciones las afirmó Henry Ramos Allup, actual secretario general nacional de Acción Democrática, en un medio radioeléctrico.

Ramos Allup ha demostrado, en diversos eventos electorales, su conflictividad por impulso, su afición a mover avisperos menores y utilizarlos para arrear a “los rebaños” (así parece percibirnos) opositores hacia opciones que, piensa él, benefician al partido y quizá al país. Si estuviera jugando póker, Henry mostró su juego en forma adelantada: apoyará a Antonio Ledezma y quiere sacar de la competencia a tres candidatos que han mostrado entereza, valentía, carisma, eficiencia en su gestión y, sobre todo, apoyo de importantes regiones del país: Pablo Pérez (Zulia), Henry Falcón (Lara) y Henrique Capriles (Miranda). Además, si Ramos teme que su posible candidato no logre ganarle a uno de estos gobernadores, ¿cómo podría superar al golpista que corre con zapatos aceitados con petróleo y represión?

La Mesa de la Unidad Democrática debe, en forma urgente, presentar un reglamento de primarias, en el cual se permita que nuestros mejores candidatos cuiden sus posiciones actuales (gobernaciones, alcaldías o curules de la Asamblea Nacional) y, en paralelo, puedan optar a la presidencia. Nadie mejor que un candidato que esté en contacto directo con el pueblo, que entregue obras, que por razones inherentes a su gestión tenga presupuesto para mostrar que la buena gerencia aliada al sentido social impactan positivamente en pueblos o ciudades.

Como lo indica Teodoro Petkoff en su acertado editorial del 01 de marzo, no podemos dejar que Chávez siga corriendo sólo, hay que convocar a primarias y empezar la fiesta democrática en el 2011 e irnos a Navidad con la certeza de la tarea cumplida y la convicción que, unidos, tenemos potencia, junto a él, para derrotar a la barbarie política bajo la cual vivimos.

Me pregunto si lo de Ramos Allup será simple miopía o quizá egoísmo cuartorepublicano, casi el mismo ADN político que defenestró a Carlos Andrés Pérez y le abrió las puertas a este infierno presente. No quiero preguntarme, pero sé que otros lo hacen, si hay dólares oficialistas propiciando dobles o triples  agendas. No vale la pena, pues  los electores demostramos en septiembre 2010 que sabemos lo que queremos y no nos dejaremos amilanar ni manipular en nuestra meta de inaugurar una democracia institucional en Venezuela.

Twitter: @ivanxcaracas