Está demostrado que el sector democrático del sindicalismo venezolano ha sido parte importante en la lucha por construir

una Venezuela libre y democrática.

Para ellos no ha sido impedimento, para continuar esta lucha, las deplorables condiciones en las que se encuentran, producto de que han sido despojados de sus salarios, y de sus beneficios históricos como es el que se le haya impedido continuar con el beneficio del servicio de hospitalización, cirugía y maternidad (HCM) así como del servicio funerario entre muchos otros.

Estas violaciones  contaron con la anuencia de ciertos dirigentes que en el pasado reciente formaron parte de los partidos del status quo,  AD y Copei, y  hoy, o por ahora, simpatizan  con el proyecto ideológico que encabeza Nicolás Maduro Moros. Estos dudosos personajes nunca fueron considerados para ocupar cargos en las pasadas o actual dirección de la CTV. De la última elección, realizada con el objetivo de renovar las autoridades de la CTV, podríamos extraer tres consideraciones: primero: que los trabajadores participantes no apoyaron a los candidatos que representaron al socialismo del siglo XXI. Segundo. Que los candidatos electos, provenientes del sector gobierno, no demostraron interés en trabajar integradamente por los intereses de los trabajadores en general. Tercero. Que al finalizar esta elección, nacieron organizaciones paralelas a esta central, integradas por personajes desconocidos o sin conexión con los trabajadores, o por quienes durante la 4ta república fracasaron en sus intentos por ser directivos principales de esta central. Hoy los trabajadores demócratas continúan respaldando al sector sindical opuesto al actual gobierno y reconocen que la única razón que impide la renovación de las autoridades Cetevistas, es la posibilidad cierta de que su actual presidente, Carlos Ortega,  sea reelecto.