La animadversión del gobierno hacia el adulto mayor no sólo es ostensible por las políticas oficiales destinadas

a los pensionados y jubilados, sino que además los supuestos dirigentes pesuvistas se refieren a este sector de los venezolanos de manera despectiva y con un desprecio inocultable. Es claro que consideran que una persona de la tercera edad está incapacitada para pensar y actuar de manera efectiva. Como no han encontrado fisura alguna en la reputación de Edmundo González Urrutia candidato de la plataforma unitaria, representante de la única y autentica oposición, y desde luego ante la indigencia intelectual e ideológica de los líderes del régimen, han recurrido al expediente pedestre del ataque personal aludiendo la edad de este ilustre venezolano, como si ello fuese una limitación política.

Lo curioso del caso además de parangonarse con los chismes amarillistas de la farándula, es que quienes han proferido ofensas al candidato de la oposición por su edad, no son precisamente como dicen los mexicanos unos chamacos o a la venezolana, no son ningunos chamos o pavitos, todos pasan de 61 años y además ejercen cargos públicos que según su criterio no deberían, porque son adultos mayores también, aunque no se hayan dado cuenta. Si sufrieran el tormento de andar en el metro les tocarían los puestos azules, claro está no pasaran por allí, pues cuentan con sus carros último modelo con escoltas incluidos. Estos que ahora vilipendian a Edmundo González, eran los mismos que adulaban e idolatraban a Fidel Castro que tiranizaba a los cubanos, y en el 2000 tenía 74 años, su debilidad y admiración manifiesta por los dictadores llega a niveles verdaderamente vergonzosos.

Bouteflika también admirado por ellos, el dictador de Argelia era un anciano cercano a los 80 años, ni que decir de Robert Mugabe el tristemente recordado dictador de Zimbabwe, cuando recibió la réplica de la es espada del libertador, contaba ya con sus 80 años a cuesta. Unos de sus aliados  que tiene orden de captura por la CPI (Corte Penal Internacional) Vladimir Putin dictador de Rusia tiene 71 años, al igual que Xi Jim Ping, el dictador de China. Raúl Castro a quien admiran, rinden culto y adulan, cuenta nada más que con 93 años de edad. He allí la impostura de la crítica que realizan estos supuestos dirigentes, al observar tamaño disparate se entiende porque han sumido al país en esta terrible tragedia. Quien ha instalado una dictadura grosera en Nicaragua según el Papa Francisco, tan cauto en denunciar a estos regímenes, nada parecido a Juan Pablo II, Daniel Ortega que ha cerrado hasta la Cruz Roja en su país, tiene 78 años. Un gran aliado que pretende ser el líder de Sudamérica, Ignacio Lula Da silva tiene 78 años, y ninguno de ellos ha dicho que en lugar de ser presidente de Brasil debería estar cuidando a sus nietos, porque su edad le impediría ejercer tan importante cargo, según estos políticos peseuvistas.

En Venezuela, cuando José Vicente Rangel asumió la vicepresidencia tenía 73 años, nadie lo cuestionó por eso. Cuando Fernando Soto Rojas presidió la Asamblea Nacional en 2011, su edad era 78 años. Y hablando de esta institución quien ahora la preside, tal vez olvide que el régimen tiránico y misógino de Irán al que él defiende con tanto denuedo, está dirigido por Alí Jomenei, su edad es de 85 años. La falta de coherencia y de profundidad teórica en lo que plantean, los ha llevado a su desprestigio político. ¿Es la edad de Edmundo González lo que les preocupa? ¿Será más bien porque lidera la intención del voto?