Es una lucha existencial. La histórica batalla entre la luminosidad teniendo como contraparte las tinieblas

se está presentando en el corazón de nuestro destino.

La confrontación es necesaria e inevitable. La dignidad se ha levantado para enfrentar el horror que significa el desgobierno carcomido de Nicolás Maduro. Una valiente mujer pone en jaque a toda una conspiración mafiosa que pondrá miles de obstáculos para salir del poder, después de haberse robado nuestro futuro. Sus firmes convicciones descubren a quien representa el espíritu de combate del venezolano.

El recorrido de María Corina Machado por las entrañas de la patria ha generado un frenesí extraordinario. Un fenómeno electoral que revivió el interés de los ciudadanos por su destino. Es increíble el fervor que despierta sobre todo en los sectores más humildes. Sus palabras se multiplican con una velocidad impensada hasta hace poco. Estamos hablando de liderazgo tan preponderante que hoy María Corina Machado es tema recurrente en cualquier rincón de nuestra sociedad. Lo coincidente es saber que ella es inquebrantable. Que el pueblo venezolano tiene la absoluta certeza que ella no los traicionará jamás. Y la lucha contra la dictadura es hasta el final.

Para poder acabar con tanta podredumbre es necesario sacarlos de raíz. Es tanta la contaminación del estado que tendrá que hacerse una transformación profunda. La Venezuela honesta está a su lado. Luchará hasta lograr la más clamorosa de las victorias. Con ella el porvenir lucirá sus mejores galas. Se aproxima una nación llena de oportunidades para todos. Que los ciudadanos tengan esperanzas y sueños que cumplirán con el mandato de María Corina.     

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