No está dado olvidar que partidos políticos, ONG, entes gremiales, sindicatos y asociaciones que agrupan el colectivo social, actuando unidos, son los pilares fundamentales para el rescate de la democracia.

“Cuando llega el tiempo en que se podría, ha pasado el tiempo en que se pudo”.
Marie von Ebner-Eschenbach

La “Mesa y la “Unidad” en Carabobo han resultado un “parto difícil”. Cuando se creía que todo estaba solucionado, surgen los consabidos “entuertos posparto”. El martes pasado, se le negó la entrada a la reunión a un grupo de actores políticos de significación especial; para el miércoles 24 no sé cual será el resultado de ese grave hecho, el cual, según la “inefable” secretaria de la mesa, fue “un error de tipeo”, yo lo llamaría, ineptitud, ineficiencia o absurdo ventajismo a favor de la mesa amarilla y en contra de la unidad plural.

Con un alto sentido de responsabilidad histórica y consciente del alto riesgo que vive el país ante las intenciones continuistas de Hugo Chávez, y con la certeza de que las elecciones parlamentarias constituyen la última oportunidad para frenar al “huguismo”, aún ante señales de un fraude en marcha, es imperativo deponer la soberbia y la hegemonía en pro de un movimiento plural, para convocar a todos los venezolanos a ejercer el voto contra la ignominiosa política oficialista en los comicios parlamentarios del próximo 26S. Por tal razón, actitudes como las del martes pasado desvirtúan la sindéresis necesaria y la ética política.

Debemos tener claro que el régimen pretende consolidarse con un pervertido capitalismo de estado, los vicios conocidos, más la creación de fuerzas vandálicas represivas conformadas por miembros de la delincuencia común y milicias campesinas y urbanas, más la manipulación mediática del pueblo. No podemos olvidar que el CNE y su manipulación fraudulenta, forma parte del sainete para la consolidación del régimen “huguista”, y que prepara las condiciones propicias para que la AN continúe arrodillada al presidente. Actitudes como la narrada hacen el juego al oficialismo en contra de la alternativa democrática.

No está dado olvidar que partidos políticos, ONG, entes gremiales, sindicatos y asociaciones que agrupan el colectivo social, actuando unidos, son los pilares fundamentales para el rescate de la democracia. Se requiere, en consecuencia, que quienes dirigen la mesa actúen en pro de la unidad y no de sus intereses particulares, con un discurso coherente, para convencernos de votar contra el continuismo “huguista” y evitar la abstención por causa de esas disputas absurdas, con el objeto de lograr una legislatura plural e independiente, para controlar el Ejecutivo, derogar las leyes inconstitucionales y reformular un país con desarrollo sostenible.

Lo ideal es organizarnos en cada circuito, unidos, sin banderías políticas ni egoísmos personalistas, y construir equipos con pluralidad política e intereses comunes para promover activamente el voto en contra del chavismo decadente, del hiperpresidencialismo fracasado y su caterva de aspirantes oportunistas y domesticables. Para ello debemos exigir a quienes dirigen el proceso, la libre participación ciudadana por intermedio de sus legítimos representantes y no por cenáculos privados reñidos con la alternativa democrática.

El ambiente de unidad y de solidaridad, ante la contingencia, es una imperiosas necesidad ante la crisis. Con inteligencia y pericia en la mesa, espero se superen los impasses y dejen de hacer el ridículo político producto de las ambiciones personalista, lo que es imprescindible para llevar a delante una campaña electoral diferente, demostrando la fuerza mayoritaria de la alternativa democrática contra las fuerzas del mal del oficialismo. Debemos deponer las descalificaciones entre los actores políticos y quienes aspiren a la diputación, hagamos un ejercicio de ética política a la altura de la obligación que tenemos para rescatar la democracia. Hay que alentar el voto ciudadano, juvenil, femenino y de trabajadores, que está debilitado por las rencillas domésticas, la soberbia y el miedo entre algunos actores políticos.

Insisto, la participación plural y masiva es imprescindible. Debemos construir una unidad estructural e integral. La “Mesa” y la “Unidad” deben ser un solo ente organizativo, con un equipo técnico conformado por personas capaces de desarrollar la estrategia electoral necesaria y no con “errores de tipeo”, malintenciones; sin exclusiones, sin prejuicios ni con la impericia política manifiesta por el presidente y la secretaria de la mesa. Tengamos presente el pensamiento transcrito arriba.

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El Carabobeño/OyN