Por ellos y por nuestro país, debemos seguir adelante, con fuerza en la organización y fe en la convicción de que vamos a lograr esa Venezuela por la que ellos entregaron la vida, esa Venezuela en la que todos soñamos vivir, pero que nos toca construirla unidos.

Son más de 70 días de lucha activa en este 2017, pero ya tenemos más de 18 años de destrucción progresiva de un país, donde no hemos estado dormidos porque desde el año 2002, han sido muchos los caídos, los encarcelados, los perseguidos; pero no hemos sido los suficientes para librar todas las batallas, han sido pocos los triunfos y más las derrotas, pero seguimos en pie de lucha porque nuestro país vale la pena, porque es nuestra obligación como venezolanos.

Hoy  y luego del 6 de diciembre de 2015, podemos afirmar con toda seguridad que somos más los venezolanos que salimos a defender nuestra libertad, ya somos tantos que hasta nos complace que chavistas de corazón estén despertando y sumándose, a pesar de nuestras diferencias ideológicas es natural que lo hagan, cuando la ambición por poder y dinero de Nicolás Maduro y su combo, les ha producido una ceguera y el atrevimiento de pisotear lo que en 1999 Chávez denominó su legado: La Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.

Es así, como podemos entender que  la Fiscal General de la República (FGR), el pasado 31 de Marzo, haya afirmado que  la “Constituye es una ruptura del orden constitucional” y que “las sentencias 155 y 156 del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) violan el ordenamiento jurídico”.  

Luego la Fiscalía General de la República (FGR) se mantuvo en un tenso silencio hasta que el 8 de Junio, esa misma Fiscal que en el pasado respondía a los mandatos de Chávez y que hoy se niega a responder a los de Maduro, se atrevió a introducir, ante la Sala Electoral del TSJ, un Recurso de Nulidad del Proceso Constituyente que buscaba suspender toda actividad relacionada con el Fraude Constituyente que ilegalmente convoca Maduro y que avala el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Con este recurso, la FGR invitó a todos los venezolanos a adherirnos al mismo, cosa que no se pudo hacer porque el TSJ no lo admitió, y no lo admite porque el gobierno tiene claro que a pesar de las diferencias ideológicas que desde la oposición podamos tener con la Fiscal, su acción la podíamos haber incluido como una más de nuestras tácticas en la lucha No Violenta emprendidas para la conquista de la libertad del país, ya que queriendo o no, el Ministerio Público, a través de su llamado a adherirnos al recurso, nos daba la oportunidad de presionar más al gobierno, a los magistrados delincuentes.

Es definitivo que la Fiscal está muy bien asesorada y dispuesta a todo, porque durante estos últimos días no ha dejado ni respirar a Nicolás Maduro. Apenas una sala del TSJ niega o no admite, les sale la Fiscal, cual “Coco”, y saca otra carta bajo la manga, es decir, ella no deja reaccionar a una sala del TSJ cuando les llega con otro recurso por la otra.

Desde que inició la semana, Luisa Ortega Díaz no deja de sorprendernos, esta vez porque el pasado lunes acudió de nuevo al TSJ para  impugnar la designación de los magistrados realizada el 23 de diciembre de 2015 por la Asamblea Nacional saliente, pudiéramos decir que fue el regalito de navidad que nos dejó la extinta Asamblea Nacional; pero la Fiscal no se quedó quieta, evidentemente sacó sus cuentas eliminando a 13 “magistrados” principales y 20 suplentes para inmediatamente introducir otro documento, esta vez ante Sala Plena  del TSJ, con la finalidad de solicitar el antejuicio de mérito de 6 magistrados principales y 2 suplentes de la Sala Constitucional, a quienes acusa por “conspiración contra la forma republicana de la nación, previsto y sancionado en el artículo 132 del Código Penal”. 

Definitivamente, “aquí las cosas cambiaron”, tanto,  que Justin y la Fiscal nos tienen locos.

(Imagino que ya conocen a Justin, pero si no lo conocen investiguen, porque yo seguiré analizando los pasos de la Fiscal, de hecho, me pregunto: ¿Cuál será la próxima jugada de ella?)