Con el ánimo de seguir mostrando el planteamiento político del autoritarismo conocido se presentan aquí algunos datos de sus autores modernos. Me refiero a la Alemania que fue seducida por las propuestas de un tipo de socialismo nacionalista o nacionalsocialismo. ¿Cómo pudo calar en la mayoría de una sociedad como la alemana esa política?, aún preocupa al mundo intelectual. Recordemos que Alemania era conocida como espacio de la modernidad ilustrada. Otro dato es que allí el autoritarismo se impuso por mayoría electoral aplastante frente a otras visiones del socialismo: socialdemócrata (Rosa Luxemburgo), marxista y tendencias leninistas (Partido Comunista), liberal, conservador. 

Las explicaciones económicas y sociológicas también cuentan, pero es obvio que algo de psicología de masas dirigida al control emocional de la mayoría de la clase trabajadora logró darle legitimidad política a esa propuesta dominante.

Aquí van algunas palabras de sus autores para que usted como lector piense si la receta del apartheid (exclusión por pensar diferente) aún tiene sus difusores en estos tiempos posmodernos: "... 

Me nombraron ministro de Economía en febrero de 1938 y, casi de inmediato, Göbbels y Robert Ley exigieron el cierre de los comercios judíos y la exclusión de los judíos de la vida económica. Había dificultades, porque los ciudadanos se negaban a comprar en los establecimientos judíos. Se había promulgado una ley nacional del trabajo antes de que yo ingresase en el gabinete". 

Es importante observar que lo esencial era excluir a un sector de la sociedad estabilizado en el aparato productivo y, a su vez, darle a la población señales de lo importante que era, para poder trabajar, serle leal al partido. Exclusión por motivos políticos es lo que define al apartheid, por ello las listas como mecanismo de dominio se hicieron tristemente célebres en el nazi-fascismo conocido, siendo ese dato una vergüenza para el proyecto filosófico de la modernidad. Y en cuanto a confundir partido con Estado y, éste con gobierno, también allí encontramos datos historiográficos. Veamos: "...Uno podía unirse al movimiento nacional socialista sin por eso compartir los 25 puntos de su programa. A algunos nos interesaban sobre todo algunos puntos (...)

Había personas que se afiliaban al partido por razones políticas; otras por razones sociales, otras, por motivos raciales. Si de mí hubiera dependido, no habría permitido que el partido ejerciera tanta influencia sobre el Estado". 

Lo expuesto fue de alguien pensando ser neutro con respecto a las consecuencias de ese autoritarismo. Fueron palabras de Hermann Göering, presidente del Reichstag, quien se suicidó dos horas antes de su ejecución por crímenes de guerra. Como dato curioso, siempre dijo que seguía órdenes superiores en sus políticas autoritarias. 

Y con respecto al control de cualquier crítica desde la prensa o medio, leamos el texto siguiente: "...Los dirigentes del partido pensaban que al Estado le faltaba algo, de manera que se hicieron con los teatros, cines, periódicos, etcétera, y los transformaron de acuerdo con su forma de pensar. No había medios para la crítica y lo que faltaba era una forma de calibrar los sentimientos de la población, porque la única información que el partido recibía provenía de sus jefes locales y regionales, quienes, por descontado, no dirigían nada en contra del propio partido". 

Como venimos de ver, las moléculas del autoritarismo están allí para que entren al torrente sanguíneo del rencor social y así se imponga como ideología política.

Sus claves son: 1.-Confundir Estado con gobierno y éste con partido. 

2.-Exclusión de todo sujeto incómodo al control político. 3.-Controlar la entrada al mercado del trabajo para que no entren los que son críticos. 4.-Controlar los medios de difusión del pensamiento. 

5.-Acomodar el aparato jurídico a estas claves para que aparezcan como necesarias y con legitimidad política. 

Si usted encuentra en este tópico cualquier parecido con nuestra realidad, créame: ¡es pura coincidencia!

(*): Académico