Un periodista me preguntaba si la gente del país no tendría miedo de declararse a favor de la oposición por temor a perder algo. De esa forma podía explicarse que aún el Gobierno contara con seguidores o bien que esos seguidores no tomaran el camino de seguir a la oposición. Yo no creo que esa sea la única explicación de los números que cualquier encuestadora da. Creo que eso es cierto en un sector de la población.

Creo que la explicación más extensiva o masiva, más que el miedo que, evidentemente mucha gente no lo tiene, es el hecho de que se prendió la desesperanza en el país. Hay un vacío, no de poder, ya que poder vemos a cada rato en manifestaciones de un gobierno todopoderoso que irrumpe nuestra cotidianidad, sino vacío de futuro. Vacío de país.

Si el oficialismo pierde popularidad es por desgaste y no sólo nadie la gana, sino que esos venezolanos perdidos son fáciles de ganar si se procuran entender un poquito más. Sólo un dato: se hace mucho énfasis en la libertad de expresión como valor fundamental de la democracia, cosa que indudablemente es, pero a la sociedad venezolana, a los jóvenes venezolanos lo que más les interesa es tener un gobierno que busque conciliación, que deje la peleadera, pues.

Entonces un valor fundamental de nuestra forma de construir democracia, que ha sido profundamente maltratado por el Gobierno actual, es antes que el conflicto la negociación.

La necesidad de tranquilidad de un país frente a un Gobierno instalado en el escándalo y el conflicto como forma de visibilidad es sin duda, el desfase mayor entre quien nos manda y quienes somos gobernados.

Ese código no se descifra por allá en Miraflores, pero en quienes se oponen tampoco. Quizás se deba pensar más en las necesidades del venezolano ya que son las necesidades sociales las que sin duda cambian las cosas.

(*): Socióloga

Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla