A pesar de los ataques constantes que han recibido los partidos fundadores de la democracia en nuestros días, cuando pensamos que hay una década de gobierno de izquierda y que muchas de las propuestas políticas de la llamada “antipolítica” sólo son expresiones del mismo sentimiento que llevaron al poder 10 años atrás al chavismo, nos preguntamos si todo lo viejo fue tan malo.

Hoy emprenderé la defensa de los gobiernos socialcristianos. Copei siempre ha sido uno de los pilares de la democracia, bajo las administraciones demócrata cristianas se ha salvado al país de un desastre o guerra civil, no es un secreto que uno de los logros más emblemáticos del primer gobierno de Caldera fue la pacificación de la guerrilla; así como de su segundo, el de llevar a puerto seguro un barco que venía torpedeado por el gobierno de Carlos Andrés Pérez, en el aspecto militar y social.

Bajo los gobiernos demócrata cristianos de Venezuela se ha avanzado, se ha consolidado la meta de la reconciliación nacional, se edificaron grandes obras que buscaban el bien común, como el Metro de Caracas, se inició el proceso de nacionalización de los recursos naturales nacionalizando el gas.

En aquellos tiempos, en donde Venezuela reverdecía por los cuatro costados, cuando la mayoría de los gobernadores de la descentralización arribaron a sus entidades de la mano de Copei, cuando se podía debatir sólo con el riesgo de terminar la taza de café que se portaba como bandera en la mano derecha, este país era diferente, era con rostro humano.

A pesar de las críticas que han surgido en los últimos años, Copei Partido Popular ha refrescado su imagen y modernizado los postulados del ideario político. Hoy en día, Luis Ignacio Planas representa parte de esa renovación de la generación política del país, es un presidente de lujo que posee la tolda verde en estos momentos de conflictividad nacional y de busca de la unidad política electoral de los demócratas.

En el municipio Urbaneja, una muchachada de jóvenes está plagando el comité municipal del partido, mientras que la sangre de la juventud va floreciendo y con ella se va fortaleciendo la alternativa democrática del país.

En una nación donde los postulados de la social democracia están representados en Acción Democrática, en un país donde una docena de movimientos y partidos se discuten la titularidad del calificativo de socialista, mientras existen otros partidos que no se terminan de ubicar en el mapa ideológico práctico, los copeyanos forman una vertiente distinta, donde la justicia social, el bien común y la defensa de los principios morales es un dogma.

Copei Partido Popular está transitando el reverdecer de sus filas, una demostración de ellos es el crecimiento electoral, una gobernación como Táchira, alcaldías como la de Mérida, Lagunillas, San Carlos y otras más, reflejan el crecimiento de esta organización. Como se está escuchando por esos caminos “ahora es que queda Copei pa’ rato”.

Fuente: El Norte