El mejor escenario para un autoritarismo de supervivencia, un régimen de hierro con una oposición de cristal. 

Introducción
El régimen de Nicolás Maduro ha consolidado su dominio en Venezuela a través de una combinación de represión, control institucional y estrategias políticas que han debilitado cualquier intento de oposición efectiva. Las elecciones del 25 de mayo de 2025, marcadas por una abstención promovida por María Corina Machado, han reforzado la estructura chavista, permitiéndole afianzar su control sobre las gobernaciones y la Asamblea Nacional. Además, el nuevo decreto de emergencia ha otorgado al gobierno mayores herramientas para restringir la disidencia y mantener el statu quo. 

El régimen de Nicolás Maduro enfrenta un panorama donde las condiciones políticas, económicas y sociales le resultan extraordinariamente favorables. La férrea represión estatal sin restricciones, una oposición fragmentada y una comunidad internacional cautelosa han consolidado un escenario en el que la continuidad del gobierno parece garantizada a corto y mediano plazo. 

1. Elecciones del 25 de mayo de 2025: Abstención y consolidación del poder
Las elecciones regionales y parlamentarias del 25 de mayo de 2025 fueron un punto de inflexión en la dinámica política venezolana. La oposición, liderada por María Corina Machado, promovió una estrategia de abstención como forma de protesta contra el fraude electoral. Sin embargo, esta táctica, lejos de debilitar al chavismo, permitió que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) obtuviera el control de 23 de las 24 gobernaciones y asegurara una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.

A. La abstención como estrategia opositora
María Corina Machado celebró la abstención como una "derrota del régimen", argumentando que más del 85% de los venezolanos rechazó el proceso electoral. Sin embargo, el chavismo utilizó esta falta de participación para consolidar su dominio institucional, adjudicándose el 82,6% de los votos y asegurando el control de casi todas las gobernaciones. La baja participación, lejos de representar una amenaza para el régimen, facilitó su victoria sin necesidad de recurrir a fraudes masivos.

B. Represión y control electoral
El gobierno de Maduro desplegó más de 400.000 efectivos para garantizar la seguridad de la votación, restringió los pasos fronterizos y suspendió la conexión aérea con Colombia. Además, en los días previos a las elecciones, 70 opositores fueron arrestados, incluyendo colaboradores cercanos de Machado, bajo acusaciones de conspiración. Estas medidas reforzaron el clima de miedo y desmovilización, asegurando que cualquier intento de protesta fuera sofocado antes de que pudiera ganar tracción.

2. El equilibrio de hierro: Mecanismos de control del régimen
El gobierno de Maduro ha perfeccionado una estrategia de supervivencia basada en el control absoluto de las instituciones claves y el uso de la represión sistemática.

A. Control absoluto de los mecanismos de poder
El régimen ha asegurado la lealtad de las Fuerzas Armadas mediante concesiones económicas derivadas de actividades ilícitas, tales como minería ilegal, contrabando y narcotráfico. Estos beneficios han convertido a la élite militar en un pilar fundamental del régimen, blindando su estructura contra posibles fracturas internas.
Asimismo, el sistema judicial y electoral ha sido moldeado para servir a los intereses del gobierno. Las elecciones son manipuladas a través de inhabilitaciones de candidatos opositores, procesos amañados y restricciones institucionales que reducen la competitividad electoral. Paralelamente, los cuerpos de seguridad—como el SEBIN y las FAES—actúan con total impunidad, reprimiendo cualquier intento de movilización social o disidencia política.

B. La oposición debilitada: Un liderazgo fragmentado y sin estrategia clara
La debilidad de la oposición es uno de los elementos que más contribuyen a la estabilidad del régimen. Figuras como María Corina Machado, aunque simbólicamente relevantes, no tienen capacidad operativa real para desafiar la estructura de poder. Los líderes opositores alternan entre protestas esporádicas y negociaciones infructuosas, lo que genera incertidumbre y frustración entre sus seguidores.
Otro factor clave es la desconexión entre los movimientos opositores y las clases populares. La narrativa política opositora ha estado tradicionalmente enfocada en sectores urbanos y clases medias, dejando fuera a una gran parte de la población que depende de las dádivas estatales para su subsistencia. Este aislamiento dificulta la generación de un movimiento masivo capaz de desafiar el statu quo.

C. La comunidad internacional: Entre la inacción y el pragmatismo
La comunidad internacional también juega un papel relevante en la preservación del régimen. Estados Unidos, Europa y otros actores globales han reducido su presión sobre Venezuela debido a otras prioridades geopolíticas, como la guerra en Ucrania, las tensiones con China y la inestabilidad en Oriente Medio. Por su parte, países como Rusia y China brindan apoyo suficiente para mantener la influencia en la región, pero sin rescatar completamente la economía venezolana. Este equilibrio permite a Maduro permanecer en el poder sin enfrentar una intervención internacional significativa.

D. La economía: Estabilidad mínima sin recuperación
La dolarización informal ha generado una estabilidad relativa dentro de ciertos sectores de la población que tienen acceso a divisas, mitigando la crisis para algunos grupos. Sin embargo, la producción petrolera sigue en niveles mínimos, suficiente para sostener la élite política y militar, pero insuficiente para impulsar una recuperación económica estructural. En este sentido, Venezuela se mantiene en un modelo de "autoritarismo de supervivencia", donde la estabilidad del régimen no implica mejoras sustanciales para la sociedad.

3. La fragilidad de la oposición: "Un liderazgo de cristal"
El concepto de oposición "de cristal" refleja la vulnerabilidad intrínseca de los movimientos opositores en Venezuela. La falta de una estrategia definida y un liderazgo efectivo ha impedido la consolidación de un bloque capaz de competir con el chavismo.

La falta de cohesión interna y el exceso de confianza en sanciones internacionales han debilitado la posibilidad de generar un cambio desde la sociedad civil. La ausencia de movilización masiva y la inexistencia de una estructura alternativa de poder han perpetuado el dominio del chavismo.

4. El decreto de emergencia de 2025: Un nuevo instrumento de control
El régimen de Maduro ha utilizado el decreto de emergencia de 2025 para ampliar su capacidad de represión y consolidar su control sobre la sociedad venezolana. Este decreto ha permitido la suspensión de garantías constitucionales en ciertas regiones, facilitando la persecución de opositores y el control de la información.

A. Restricciones a la movilización y la protesta
El decreto ha otorgado al gobierno la facultad de limitar reuniones públicas, restringir el acceso a medios de comunicación independientes y aumentar la presencia militar en zonas estratégicas. Estas medidas han reducido aún más la capacidad de la oposición para organizar movilizaciones masivas, eliminando cualquier posibilidad de presión interna.

B. Control económico y social
Además de las restricciones políticas, el decreto ha reforzado el control económico del régimen, permitiéndole intervenir sectores estratégicos y regular el acceso a divisas. La dolarización informal sigue siendo un mecanismo de supervivencia para ciertos sectores, pero el gobierno ha utilizado su control sobre el sistema financiero para castigar a empresarios y ciudadanos que apoyan a la oposición.

5. Implicaciones para el futuro político de Venezuela
La combinación de una oposición desmovilizada, un régimen fortalecido y una comunidad internacional pasiva ha creado un escenario en el que la continuidad del chavismo parece asegurada a corto y mediano plazo, ahora veamos la probabilidad que tiene cada escenario posible.

A. Continuidad del régimen (80%)
Si el gobierno mantiene su estrategia actual, seguirá en el poder sin enfrentar una amenaza real. La abstención ha demostrado ser insuficiente para debilitar al chavismo, y la represión ha eliminado cualquier intento de movilización efectiva.

B. Posible fractura interna (15%)
Aunque el régimen parece sólido, su estabilidad depende de la lealtad de las Fuerzas Armadas y la capacidad de mantener el flujo de recursos. Si la crisis económica se profundiza y el gobierno pierde la capacidad de financiar a los militares, podría surgir una fractura interna que desemboque en una transición forzada.

C. Resurgimiento de la oposición (5%)
Para que la oposición logre desafiar al chavismo, necesitaría un liderazgo unificado, una estrategia clara y el respaldo de sectores clave de la sociedad. Sin embargo, la estrategia de abstención ha debilitado su capacidad de movilización, reduciendo sus posibilidades de éxito.

6. Conclusión: Un régimen fortalecido por la inacción opositora
Las elecciones del 25 de mayo de 2025 y el decreto de emergencia han consolidado el poder de Maduro, permitiéndole reforzar su control sobre las instituciones y eliminar cualquier amenaza significativa. La estrategia de abstención promovida por María Corina Machado, aunque presentada como una forma de resistencia, ha facilitado la victoria del chavismo al reducir la participación electoral y eliminar cualquier posibilidad de competencia real.

A corto plazo (2024-2026), la permanencia de Maduro parece asegurada. Sin embargo, la estabilidad del régimen depende de factores frágiles, como la lealtad militar, la ausencia de un líder opositor fuerte y la resiliencia económica ante posibles sanciones.  Si alguno de estos elementos se ve comprometido, Venezuela podría enfrentar un cambio inesperado. Hasta entonces, el país seguirá siendo un "autoritarismo de supervivencia", donde la estabilidad del régimen no implica mejoras para la sociedad.