Para el año 2012 Cedice realizó una investigación sobre las invasiones, expropiaciones y expoliaciones  decretadas y ejecutadas por el Gobierno Nacional de empresas

en manos del  sector privado. Antes de comentar y lograr el cometido de este artículo se procede hacer unas precisiones conceptuales y legales de esas tres (3) categorías nombradas. Las Invasiones, su palabra la define; es tomar posesión de algo normalmente por la fuerza (pudiera ser también sin el uso de ella) y sin compensación de ningún tipo, violando el marco normativo de la propiedad.  Las Expropiaciones, requieren de un proceso legal previo y pueden ejecutarse por interés del Estado, seguridad o interés  nacional y debe otorgarse a su propietario una compensación económica satisfactoria. La Expoliación o Espoliación es tomar por la fuerza una empresa, violando las leyes que regulan dicha actividad, sin compensación económica.

A la fecha citada al inicio  1200 empresas habían sido invadidas, expropiadas o expoliadas, en el 2° caso algunas fueron objetos de arreglos económicos. Todas estaban en funcionamiento, empresas agroindustriales, petroleras, comerciales y alimenticias excepto unas pocas representadas en  galpones, fincas y terrenos.  El balance de dicho estudio fue: 80% de las empresas objeto de dicha confiscación no están operativas.

Para el año 2016, dicho monto se elevó a 1440 empresas  en manos del estado venezolano como consecuencia de la política ejecutada. Como una muestra  de lo pagado o negociado encontramos conglomerados como: Grupo Éxito (Cativén) por el cual el gobierno pagó US$ 90,5 millones, Cementeras como Lafargé a la cual canceló US$ 555 millones, Grupo Argos US$ 81 millones, Holcim fue negociado por US$ 267 millones. En el área financiera el Banco de Venezuela fue comprado por US$ 1.050 millones. Empresas como Monaca, Silka, Owens Ollinois, Lácteos Los Andes, Agroisleña, Marcelo Rivero, C.A. que elaboraba el Café El Peñón y Café Madrid, otra torrefactora; Café El Peñón, Cantv, Electricidad de Caracas, más recientemente Kimberly Clark.

El resultado es: no hay cemento, la escasez de alimentos llega al 80%, el café desapareció, el servicio eléctrico ya conocemos de su calidad, en telecomunicaciones Venezuela a través de Cantv-Movilnet, estaba en la punta de la tecnología en Latinoamérica, hoy día tenemos un atraso por lo menos de 10 años. Si para el año 2012, 80% estaban inoperativas, para el año 2015 este porcentaje debe ser mayor dada la escasez de divisas, el 100% han incrementado su nómina incluyendo las paralizadas, y las que están en funcionamiento, salvo una que otra excepción, con los mismo niveles de  producción para el momento de cambio de propiedad. La mayoría de las que están operativas están trabajando a pérdidas. En resumen todo un fracaso en materia de política económica y es lo que explica que ahora se trate de manejar a través de la Gran Misión Abastecimiento Soberano la escasez de alimentos y medicinas, lo cual la transforma en la Misión Milagros.

Ahora bien, Venezuela con este, lo cual es difícil dada su situación de credibilidad, u otro gobierno,  si quiere mitigar las necesidades más elementales tendrá que ejecutar políticas económicas sostenibles en el tiempo. Una de ellas es una reingeniería total de funcionamiento y propiedad de todas esas empresas ineficientes en manos del estado.  A tal efecto se plantea lo siguiente:

Reintegrar esas empresas a sus antiguos propietarios, falta saber si están dispuestos a aceptarlas, sin compensación de daños. Muchas han sido desvalijadas y convertidas en basura agrícola o industrial.

Administración delegada: esto se hace en muchos países, el estado cede a grupos económicos o especialistas en administración de empresas, el funcionamiento y administración  manteniendo la propiedad de la misma, mediante contrato donde se deja claro que la intervención de los propietarios (el estado) será mínima. Éste podrá cobrar un canon de arrendamiento de los activos, o un porcentaje de los ingresos, y corre por cuenta de los administradores las inversiones necesarias. A veces se incluye un derecho de compra venta a futuro con prioridad para los administradores.   La Polar planteo algo parecido cuando le solicitó que le cedieran las plantas de una de las empresas de harina pre cocida.

La otra simplemente ir a un proceso de privatización transparente  de todas esas empresas que al final produzcan  ingresos en divisas y en otros casos, quitarle el peso económico al Estado.   Todo ello mediante un proceso de evalúo financiero y de mercado que permita fijar un precio justo sobre esos activos.

Cantv cuando se privatizó en 1989 produjo unos US$ 1650 millones,  cuánto podrá costar hoy día, obviamente algo más, si se incluye La Electricidad de Caracas, las empresas cementeras, de alimentos, bancos e instituciones financieras, centrales azucareros, mataderos, fincas agrícolas, empresas industriales, conglomerados manufactureros y algunas de las empresas básicas, que cada día dejan de ser más básicas. En cálculos de grupos especializados se habla de unos 10.000 millones de dólares No se incluye PDVSA, pero se podría desarrollar aguas abajo algunas asociaciones estratégicas más agresivas en materia petroquímica, petróleo pesado, nuevos desarrollos e investigación. La experiencia  en privatizaciones exitosas son tangibles: es una fuente generadora de divisas, aumenta la oferta y la calidad de bienes y servicios, se reduce la carga presupuestaria del Estado, éste además se convierte en más liviano, bien coordinadas se incrementa el desarrollo y la innovación tecnológica.  Por supuesto esto requiere realizar cambios en el marco legal, crear incentivos y garantías a los inversionistas y el respeto a la propiedad.