| Un presupuesto engañoso |
| Escrito por Jorge Sánchez Meleán |
| Viernes, 06 de Noviembre de 2009 08:15 |
El Gobierno ha presentado a la Asamblea Nacional un proyecto de presupuesto engañoso para el año 2010 por 159.401 millones de bolívares, donde los ingresos corrientes u ordinarios, ascienden sólo al 77,8 por ciento, es decir, a 124.072 millones
de bolívares. En consecuencia, el presupuesto descansa en 22,1 por ciento de ingresos extraordinarios, no recurrentes que ascienden a 35.333 millones de bolívares.En el año 2008, los ingresos corrientes ascendieron al 93 por ciento del presupuesto, pero a partir del año 2009 el incremento de los ingresos extraordinarios ha alcanzado niveles extremadamente graves. El proyecto de presupuesto nacional para 2010 presenta un déficit de 4,2 por ciento con respecto al PIB, siendo el segundo mayor porcentaje en la última década. Dentro de los ingresos ordinarios los ingresos petroleros estimados alcanzan al 24,7 por ciento, es decir, 39.428 millones de bolívares, mientras los impuestos y tasas representan el 52,1 por ciento, es decir, 84.316 millones de bolívares. Difícilmente, en medio de una recesión con inflación, con un sector externo debilitándose, con efectos negativos sobre el gasto público, podrán lograrse esos niveles de recaudación interna. Ello explica la apresurada reforma a la ley del BCV. Se pretende enfrentar esta grave coyuntura, obligando a un BCV ya sin ninguna autonomía real, a expandir la oferta monetaria creando dinero inorgánico, para financiar el creciente déficit fiscal, aun cuando el precio del petróleo sea mayor a los 40 dólares engañosamente utilizados para elaborar el presupuesto. El BCV deberá entregar reservas internacionales "excedentarias" al Fondén, ahora cada seis meses, renunciando así a sus funciones esencialmente monetarias, para convertirse en un simple mecanismo fiscal. También tendrá que adquirir los bonos de deuda que emita PDVSA. El Gobierno pretende enfrentar el déficit presupuestario con reservas internacionales, debilitando aún más al bolívar y al régimen cambiario controlado y paralelo, violando al artículo 320 de la Constitución. Con todo ello, las metas macroeconómicas del Gobierno para el 2010 tienen pies de barro: el PIB real seguirá decreciendo, la inflación superará al 30 por ciento, el tipo de cambio real será muy superior al oficial y la producción de petróleo no alcanzará los tres millones de barriles diarios. Por esas razones estamos ante un presupuesto engañoso con graves repercusiones sobre la provincia venezolana. Fuente: La Verdad |
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