El Barça ha ganado por primera vez la Supercopa al Madrid en una final, después de haberla disputado entre ellos en cinco ocasiones. La décima de su palmarés. Guardiola también ha igualado a Cruyff con 11 títulos como entrenador del Barcelona. Y si Raúl tiene el récord de goles en la historia de la Supercopa, siete, con sus dos goles de hoy Lionel Messi le ha superado. Una noche redonda para el Barça.

En un partido rápido e impreciso, con mucho juego aéreo en sus inicios y gusto por el pase en profundidad en el caso del Barça y del juego en vertical por parte del Madrid, el acierto de Messi ha sido decisivo.

Las entradas de Cristiano desde el principio del partido han inquietado a Alves por la banda derecha culé, mientras Di María hacia lo propio, pero de forma menos habitual, por el costado de Abidal. A sus incisivas entradas se ha unido una defensa blaugrana en la que han abundado los fallos en la salida del balón, de manera particular en la primera parte.

La presión del Madrid, al igual que hizo en el Bernabeu la semana pasada, ha marcado el encuentro hasta el momento en que el Barcelona ha sabido posicionarse sobre él. En esta ocasión bajo la batuta de Xavi, que en la ida de la Supercopa solo saltó al campo en los minutos finales.

Las entradas de Pedro por la banda derecha contrarrestaban en cierta manera las de Cristiano. Pero una vez el partido tomaba un respiro desde el centro del campo culé, una rápida jugada de Messi, driblando a Khedira y seguida por un pase al hueco para Iniesta posibilitó el gol que avanzaba al Barcelona. Con gran maestría, el de Fuentealbilla, solo, elevaba el esférico ante la salida de Casillas. Era el minuto 14 del encuentro.

La presencia de Messi parecía desequilibrar el partido. Pero las imprecisiones en la retaguardia culé seguían generando ocasiones a los blancos. En uno de estos errores, y tras provocar un córner, vino el gol del Real Madrid.

Apenas cinco minutos después del tanto de Iniesta, un chut desviado de Benzema desde las inmediaciones del área blaugrana dirigía el balón hacia Cristiano que, delante de la portería, solo, desviaba la trayectoria del balón para marcar el empate. No había fuera de juego. El portugués consiguió así sumar el gol 100 con el Madrid en apenas tres temporadas en el club blanco.

Tan solo se llevaban veinte minutos de partido y al marcador ya habían subido dos tantos. Un empate acompañado de ocasiones por parte de ambas escuadras en un partido que no perdía intensidad en su juego, pese a estar todavía ambos equipos al principio de la temporada. Seguían los pases en profundidad del Barça y el Madrid creando ocasiones desde las bandas, con Cristiano como principal protagonista.

Pero volvió a aparecer Messi para adelantar de nuevo a los culés, actuando de mediapunta y desequilibrando las líneas defensivas del Madrid. En estas llegó un nuevo saque de esquina a favor del Barça, y Piqué actuó de delantero imaginativo: el córner acabó en el pecho de Messi, que le pasa a Piqué y éste, de espaldas, le devuelve el esférico con un taconazo. El internacional argentino solo tuvo que elevar el balón ante la salida de Casillas y con Cristiano Ronaldo de rodillas. El Barça volvía a adelantarse en el marcador.

La segunda parte dejaba un juego mucho más trabado y en ocasiones agresivo, y en donde el corto espacio de tiempo desde el final de la pretemporada y el inicio de los partidos de competición oficial fue uno de los protagonistas.

En medio de un juego menos medido, las entradas en vertical desde las bandas y el dinamismo aportado en el juego por Iniesta, Messi, Cristiano o Benzema fueron las que llevaron las ocasiones a ambos campos sin que llegara el gol. Sin embargo, las principales ocasiones vinieron desde el córner, como la de Ramos en el minuto 25 de la segunda parte. Entre tanto, se daba el esperado debut de Cesc Fàbregas.

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