Es este un decir de mi tierra venezolana, más de la gente del medio rural que los citadinos, se refiere a esa gente que comete una acción de mal gusto hoy y la repite mañana, para poner un ejemplo. Pero aquí me refiero a la amnistía que recibió Manuel Zelaya de la Corte Suprema de Justicia de Honduras por el delito de violar la Constitución de Honduras en artículos de esos que llaman “pétreos” por su condición de perpetuos, entre otros muchos delitos de los cuales los de malversación fueron preservados en artículo expreso, según leí en Hondudiario para que la Justicia no se queje. Yo quiero recordarles a los hondureños, a los que respeto y considero un pueblo con fuerza y espíritu democrático, que nuestro déspota que nos gobierna, Hugo Chávez Frías, es producto de una acción como esa, sólo que aquí se utilizó el sobreseimiento de su causa, que al fin viene a ser lo mismo, y que aquella, la amnistía perdona absolutamente las causas expresadas y sobreseer se traduce en “cesar en una instrucción sumarial”, en todo caso los jurisconsultos sabrán explicar mejor cuál es la diferencia. El asunto es que en política las cosas no son tan jurídicas, ambos personajes debieron salir al menos inhabilitados para ocupar cargos públicos, que es una acción tribunalicia en nuestra Constitución pero es que la nuestra, la Constitución Bolivariana de Venezuela es quizás la más violada de por lo menos en todo  el Hemisferio Occidental y a pesar de que no viola quien quiere sino quien puede, aquí puede hacer  y lo hace con fruición (goce, placer intenso) un funcionario electo por la Asamblea Nacional Revolucionaria y la Constitución establece que sólo se puede inhabilitar a alguien mediante un proceso judicial con sentencia plena, pero aquí lo hace el señor Contralor General Revolucionario con una simple resolución firmada por él, integrante del Poder “Moral”, no hablemos del resto de los integrantes de ese Poder Público, por favor.

El Comandante Hugo Chávez, siendo militar activo atentó el 4 de Febrero de 1992 contra el Estado Venezolano al intentar un golpe de estado para asesinar al Presidente de ese entonces y asumir el gobierno del señor Carlos Andrés Pérez, un varón a toda prueba, no salió corriendo a tomar un avión, no fue a esconderse, sino que se fue a una televisora nacional y desde allí desbarató el intento que ya otros cuatro “militares” habían cumplido su misión de tomar sus respectivas guarniciones pero al que le tocó la de Caracas le dio diarrea y tuvo que esconderse en un museo militar, ese fue el propio Hugo Chávez Frías, que dos años después fue sobreseído por un demócrata sin duda, el Dr. Rafael Caldera.  Ni siquiera se tomó en cuenta los centenares de muertos y heridos que ocasionó ese zarpazo a la Constitución de la República de Venezuela entonces,  y nuestro héroe pudo después postularse para la Presidencia de la República para un período único de 5 años que ganó limpiamente, no tenía ni un testigo siquiera en el Consejo Nacional Electoral y ahora, desde hace 10 años tiene cuatro suyos en propiedad y uno independiente que hasta su nombre se me olvidó de lo poco que dice y ya lleva nuestro líder once años destruyendo a este país. ¿Cómo la ven?

El caso es que Honduras no escapara a las ambiciones del ALBA y de sus líderes, que es conformar un imperio que desaloje de la supremacía a los Estados Unidos, el enemigo a vencer, que ya lo tenemos fritos en aceite, como fueron fritados o freídos adecos y copeyanos al principio de este gobierno.     Con la destitución de Zelaya el golpe no fue tan duro para el “ranchero” como sí lo fue para el “guerrero” y ese se las tiene jurada a los hondureños que deben mantenerse bien recelosos de lo que haga el uno y el otro que tenga que ver con honduras. No pasarán tres meses en que tengamos aquí, alojado en una suite del Hotel del ALBA, expropiado a la cadena Hilton, a Manuelito organizando una invasión por aire, mar y tierra a Tegucigalpa. Dios quiera que este humilde cronista de provincia esté herrado pero déjenme decirles que todavía hay petrodólares para esa acción y algo más. Mucho gusto

Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla